El inminente viaje apostólico a Chile y Perú, el Sínodo dedicado a los jóvenes, el Encuentro Mundial de las Familias en Dublín, la Amoris laetitia y el cambio de paradigma que supone, así como la reforma de la Curia Romana son los temas tocados por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin en la entrevista concedida a Vatican News, ante el micrófono del periodista Alessandro Gisotti.
Un año importante dedicado a los jóvenes
Así se refiere el cardenal Parolin al 2018 apenas comenzado, caracterizado por una especial atención de la Iglesia, en todos sus niveles, a los jóvenes, en sus esperanzas, sus aspiraciones, los desafíos, «que deben afrontar y también sobre las esperanzas que llevan consigo, así como sus debilidades y sus miedos». «Será un año importante –asegura el secretario de Estado– el Papa lo ha ya recordado incluso en los recientes discursos durante este periodo navideño».
Y continúa: «Yo creo que lo más innovador de este acercamiento es la búsqueda de una nueva relación de la Iglesia con los jóvenes, orientada a un paradigma de responsabilidad exento de todo paternalismo. La Iglesia quiere entrar verdaderamente en diálogo con la realidad juvenil, quiere entender a los jóvenes y quiere ayudar a los jóvenes».
«Es este el acercamiento innovador –prosigue– es decir, la Iglesia pide a los jóvenes, el Papa, la Iglesia piden a los jóvenes qué pueden hacer ellos por la Iglesia, cual es su contribución para la difusión del Evangelio hoy. Y creo que a esta invitación los jóvenes sabrán responder con generosidad y entusiasmo».
Amoris laetitia, el abrazo de la Iglesia a la familia
También se refirió al Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en agosto en Dublín, cuando se cumplan ya más de dos años de la publicación de Amoris laetitia: «Seguramente, la celebración de la Jornada mundial de la Familia en Dublín será una etapa importante, porque es también la primera después de la publicación del documento». Tiempo durante el que se ha trabajado para poner en práctica, dijo, su enseñanzas. «Amoris laetitia ha brotado de un nuevo paradigma que el Papa Francisco está llevando adelante con sabiduría, con prudencia y también con paciencia. Probablemente las dificultades que surgieron y que todavía existen en la Iglesia, además de algunos aspectos del contenido, se deben precisamente a este cambio de actitud que el Papa nos pide», añadió.
A este respecto, el cardenal Parolin apuntó que todo cambio comporta siempre dificultades, pero que estas dificultades hay que tenerlas en cuenta «y hay que enfrentarlas con empeño, para encontrar las respuestas que se transformen en momentos de ulterior crecimiento, de ulterior profundización. También aquí creo que Amoris laetitia además de ser un abrazo que la Iglesia da a la familia y a sus problemáticas en el mundo de hoy, para ayudar realmente a encarnar el Evangelio dentro de ella, es una petición de ayuda a las familias para que colaboren y contribuyan en el crecimiento de la Iglesia».
La reforma más importante: la conversión
Uno de los puntos fuertes del pontificado del Papa Francisco es la reforma de la Curia Romana. Y a este respecto el Secretario de Estado señaló que ya se han dado «notables pasos hacia delante». Recordó todas las medidas que se tomaron, sobre todo, por parte del Consejo de Cardenales. «No se trata tanto de insistir en las reformas estructurales con la promulgación de nuevas leyes, de nuevas normas, nombramientos, sino más bien en el espíritu profundo que debe animar toda reforma de la Curia, y es la dimensión fundamental de la vida cristiana, es decir, aquella de la conversión. Yo insistiría una vez más sobre esto, aun si es una mirada de fondo y no se desciende a lo concreto en las reformas individuales o cambios, que ya han tenido lugar y que continuarán. Están en curso otras profundizaciones concernientes otros organismos de la Curia Romana, pero esta es la perspectiva fundamental en la cual debemos entrar y sobre la cual el Papa continuamente nos llama y sobre la cual quisiera poner el acento».
Los desafíos del viaje del Papa a Chile y Perú
Sobre el próximo viaje del Papa a Chile y Perú, recordó que Francisco va como pastor de la Iglesia universal a encontrarse con las comunidades cristianas que allí viven. Y destacó dos de los desafíos que va a afrontar: «El primero es el de las poblaciones indígenas, y aquí hago referencia al sínodo panamazónico que ha convocado el Papa recientemente y que tendrá lugar en el 2019. Por lo tanto, cuál es el papel, cuál es la contribución de estas poblaciones dentro de cada país, de sus sociedades, y para dar una contribución también a estas sociedades. Después, un tema que el Papa siente mucho y sobre el que ha vuelto con palabras también muy marcadas, es aquel de la corrupción, que impide el desarrollo y también la superación de la pobreza y de la miseria. Creo que no será un viaje simple, pero será realmente un viaje apasionante».
María Cecilia Mutual / Vatican News