Desde que el Papa Benedicto XVI llegara a la sede de Pedro, viene dedicando su tradicional Mensaje pontificio, con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, a iluminar, con la sabiduría de la doctrina de la Iglesia, el mundo digital que las nuevas tecnologías de la comunicación están haciendo posible en nuestro tiempo. Para la XLV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el Santo Padre hace un lúcido análisis de las consecuencias positivas y negativas que en la vida de las personas y de la sociedad está suponiendo el uso, cada vez más difundido, de las nuevas tecnologías de la comunicación, en especial de las redes sociales en Internet por parte de los jóvenes.
El Papa advierte que es importante «recordar siempre que el contacto virtual no puede ni debe sustituir el contacto humano directo, en todos los aspectos de nuestra vida». El mundo digital no puede distraernos de los compromisos reales que nacen de las relaciones personales y sociales directas con los demás, empezando por el entorno familiar. «La verdad, incluso cuando se proclama en el espacio virtual de la Red, está llamada siempre -según señala el Papa- a encarnarse en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos con quienes compartimos la vida cotidiana. Por eso, siguen siendo fundamentales las relaciones humanas directas en la transmisión de la fe».
Para llevar a cabo la nueva evangelización, que rehaga y revitalice el entramado cristiano de la sociedad española, la comunidad católica necesita hoy más que nunca medios y profesionales de la comunicación con una inequívoca identidad católica para restituir a la religión su presencia en el espacio público. Los católicos han de seguir manifestando en el mundo de la comunicación que tienen respuestas actuales para las cuestiones que interesan a los hombres y mujeres de hoy.
A este empeño evangelizador están especialmente convocados los jóvenes, verdaderos expertos en las nuevas tecnologías y en el uso de la Red y auténticos apóstoles de sus compañeros.
Obispos de la Comisión episcopal de Medios de Comunicación Social del Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones
(5 de junio)