Obispo auxiliar de México: «Guadalupe es el primer mensaje globalizado» - Alfa y Omega

Obispo auxiliar de México: «Guadalupe es el primer mensaje globalizado»

A raíz de la exposición Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España, del Museo del Prado, Javier Acero ha subrayado que el mensaje guadalupano tiene implicaciones para el respeto a los migrantes y como precursor de la sinodalidad

María Martínez López
Acero (derecha) durante el encuentro con la prensa con el agustino recoleto Alfonso Dávila
Acero (derecha) durante el encuentro con la prensa con el agustino recoleto Alfonso Dávila. Foto: María Martínez López.

La exposición Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España que acoge el Museo del Prado desde el 10 de junio hasta el 14 de septiembre es una muestra «llena de mucho encuentro de oración y de trascendencia para todos». Lo ha afirmado en la mañana de este viernes Javier Acero, obispo auxiliar de México, en una rueda de prensa organizada en la parroquia madrileña de San Jerónimo el Real. La presentación, que complementa la llevada a cabo en la pinacoteca el pasado lunes, la ha organizado la Oficina de Comunicación de los Agustinos Recoletos —orden a la que pertenece Acero— en colaboración con dicha parroquia y la archidiócesis de Madrid.

Acero ha transmitido el saludo de Carlos Aguiar Rete, arzobispo de México, que quería haber acudido a la inauguración de la muestra pero al que no le ha sido posible por problemas de agenda. También ha expresado su agradecimiento a todos los que han hecho posible este proyecto, como la Fundación Rassini, que la patrocina, y Eugenio Madero Pinsón, su presidente.

La inauguración de esta particular exposición, en la que el Museo del Prado acoge obras que previamente han estado en iglesias y ante las que se ha rezado, «no deja de ser momento para reclamar respeto a las diversas creencias y, por supuesto, a la religión católica», ha defendido Acero. Al organizar esta exposición, «pretendemos transmitir a los españoles que tenemos un lenguaje común pero también una cultura que nos une. Y que en España como en América Latina necesitamos trascender».

Por un lado, «tenemos que agradecer la fe que nos llevaron hace siglos muchos misioneros y que hoy se está devolviendo con misioneros latinoamericanos en España», ha afirmado el obispo auxiliar. Por otro, «Guadalupe también evangeliza en un momento difícil de España, de invierno demográfico y también de invierno espiritual», ha concluido.

«Arte y fe van juntos»

Las obras expuestas llevan a «pensar en la maravilla de Dios, que nos sorprende», ha afirmado el auxiliar de México. «El arte y la fe van juntos, no se pueden separar». En esta línea, ha aludido al enorme número de obras religiosas que hay en la pinacoteca española. «El arte siempre nos va a llevar a la belleza de Dios», ha reflexionado. Arte y Evangelio, además, comparten que ambos son «para todos».

La muestra es «una expresión de amor por parte de la Virgen a todos los hombres»; además de una gran oportunidad de mostrar «aspectos de una fe común a María, que nos une». En su intervención, Acero ha señalado la paradoja de que la imagen original de la Guadalupana, en la célebre tilma, «no es una imagen de arte sino una impregnación», fruto de las apariciones de la Virgen a san Juan Diego. Por ello, «nos lleva a Dios, a rezar».

«Durante siglos, este cuadro devocional ha sido referencia para muchos, especialmente en México» durante «diferentes momentos de la historia del país», ha relatado el agustino recoleto. Ha recordado que el acontecimiento guadalupano ocurrió en 1531 (en seis años se celebrará su quinto centenario) tras el «encuentro» y cierto «encontronazo» entre la cultura española y mexicana. Ahí «surge la imagen», que presenta a María como «mestiza. Eso nos recuerda que nuestra sangre está mezclada. No podemos negar nuestra identidad ni manipular o ideologizar nuestra historia».

Actualidad del mensaje

En la actualidad, esta revelación implica una llamada a «crear fraternidad en estos momentos», en los que México está sufriendo tanto por la violencia y «está tan polarizado». «Nos convierte en promotores de la cultura del encuentro» y nos llama a «descubrir el amor», que «derriba muros ideológicos, tiende puentes y siembra reconciliación. Cuanto más amor ponemos, menos enemigos ideológicos encontramos».

Con todo, Acero ha recordado que «el mensaje es para todo el mundo, no solamente para México». La imagen mestiza también «es una llamada de atención ante la falta de dignidad humana que se va perdiendo en los gobiernos» y «el silencio de los organismos internacionales». Aludía así, respondiendo a los periodistas, a las «deportaciones salvajes e inhumanas» de migrantes desde Estados Unidos a México. Aunque ha recordado que «las mayores deportaciones que ha sufrido México por parte de Estados Unidos han sido con el gobierno de Obama». Esta «violencia callada» puede «explotar en otro tipo de violencias mucho más nefastas para todos», ha alertado.

La historia de la imagen señala a la Iglesia de hoy otro elemento de gran actualidad. «Juan Diego es, en términos de hoy, un laico, una persona de los pueblos originarios». Además, la Virgen cura a su tío, enfermo. Es decir, se trata de dos personas vulnerables. «Son ellos los que viven el mensaje y lo dan a comunicar al clero, al obispo fray Juan de Zumárraga». Todo un precedente «en estos tiempos en los que tanto se habla de sinodalidad y escucha».

De la misma manera, el obispo agustino recoleto ha resaltado «cómo la imagen y el mensaje se difunde tan rápido y a tantos lugares sin internet». Así, ha recordado que la imagen se venera en más de 1.200 poblaciones españolas. Pero incluso «llega hasta Manila. Es el primer mensaje globalizado». Esto «solamente se puede ver desde la fe del pueblo. El pueblo de Dios habla y es el que nos va diciendo qué camino tenemos que escoger». Con él, «tomamos decisiones mucho más contundentes».