A juzgar por algunas cosas que siguen pasando en el año 2014 que acaba de comenzar, tiene más razón que un santo El Roto en la viñeta que ilustra este comentario: parece que estamos en 2014, pero antes de Cristo. Los chicos de Atapuerca, tan caníbales ellos como cultivadores de la muerte, estarían encantados perteneciendo a eso que, gráficamente, el diario Le Figaro ha llamado estos días «los socialistas de la indecencia», esos a los que los actuales dirigentes del PSOE quieren implicar, internacionalizando su miseria moral, en la basura del aborto. ¿Se imaginan ustedes lo que sería un nuevo año, en una España sin abortistas, sin etarras, sin separatistas, con jueces y políticos responsables? «En el aborto no cabe ideología», ha proclamado estos días, con toda desfachatez, el Presidente de Extremadura, señor Monago, que ha sumado la suya a las voces críticas del PP contra la nueva ley del aborto. ¿Cabe mayor ideologización del aborto que afirmar que en el aborto no cabe ideología? ¿Aparte del señor Monago, alguien estaba pensando en eso? ¿Qué habrá que hacer para que el señor Monago y sus epígonos se enteren de que la vida es indivisible y no es una cuestión de ideas, ni siquiera de religión, sino de pura Ley Natural? ¿Y cómo se permite el Presidente de la Autonomía de Extremadura hablar en nombre de todos los extremeños en una cuestión como ésta? ¿Quién le ha dado vela en semejante entierro, y nunca mejor dicho? El Roto ha pintado, también estos días, otras dos viñetas insuperablemente expresivas: en una se ve a la muerte con su guadaña comentando: «Gracias a Internet, cada vez llego a más gente». En la otra se ve a una mujer embarazada y media docena de manos negras sobre su regazo, mientras ella dice: «¡Apartad vuestras sucias manos de mi vientre!» Es una viñeta dedicada sin duda a los abortistas. El ex Presidente de Extremadura, señor Rodríguez Ibarra, en entrevista a ABC y comentando lo de Monago, lo critica y comenta: «Yo valoro más al creyente de verdad que al que se hace el traje de católico a la medida. Respeto más a aquel que dice: Oiga, desde que el esperma fecunda al óvulo, allí hay vida. Muy bien; pero entonces no entiendo que se pueda dar permiso para abortar en caso de violación». Pues verá usted, señor Rodríguez Ibarra, es que no se puede dar permiso para abortar en caso de violación. ¿Quiere usted enterarse? El profesor Jouvé de la Barreda ha escrito sobre la reforma de Ruiz Gallardón: «No sé qué es más sorprendente, si de quién provienen las críticas, de la ausencia de sus argumentos o de las formas utilizadas por quienes las ejercen. Las dos grandes mentiras que han tratado de justificar el aborto tienen como fin ocultar la humanidad del embrión y del feto, de los que se dice que no son más que un amasijo de células, o que forman parte del cuerpo de la madre. Pues no, ni lo uno ni lo otro, y hace años que la ciencia demostró lo contrario». En el fondo, ¿tanta vergüenza les da a los abortistas lo que perpetran que quieren forzar un voto secreto del PP sobre el aborto? ¿Secreto por qué?
Luego, para empezar con mal pié el año, hemos tenido que soportar la ignominiosa foto de los asesinos etarras en el matadero de Durango (cada oveja con su pareja). Ha sido algo así como la orla, la foto fin de carrera, de una pandilla de criminales para poder enseñársela a sus etarritas cuando sean mayores, como prueba de su máxima graduación en el crimen. ¿De verdad que había que publicar esa foto y hacerles el juego? ¿Hasta qué punto está este país renunciando a su dignidad como pueblo? ¿Acaso cabe mayor ignominia que ese grito canallesco: Los nuestros están en la calle y los vuestros están en el hoyo? ¿Cómo puede un diario como El País titular a toda portada «Los presos de ETA se rinden a la ley». ¿Sí?, ¿a qué ley?, ¿a la de la humillación de las víctimas? En el mismo número El País editorializa: «Los presos de la banda terrorista asumen el daño causado, pero sin arrepentimiento». Entonces, ¿en qué quedamos, y cómo es posible que un juez pueda no ver exaltación del terrorismo donde no hay otra cosa? ¡Qué ocasión perdida para guardar, cuando menos, silencio! Por si fuera poco, para comenzar el año, está lo de los separatistas catalanes y su bochornosa carta a Jefes de Estado pidiendo comprensión para lo incomprensible. Como no corrijamos drástica e inmediatamente la ruta, vamos apañados en este 2014.