No demos ninguna vida por perdida - Alfa y Omega

No demos ninguna vida por perdida

En espera del recorrido de los recursos contra la Ley de la Eutanasia, toca reafirmar el valor y la dignidad de cada vida

Alfa y Omega

Mientras gran parte del debate público se centra en los indultos a los políticos independentistas y en el final del uso obligatorio de mascarillas en espacios abiertos, este viernes, 25 de junio, entra en vigor la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia. Es un texto que, como ya ha denunciado este semanario, se tramitó de forma exprés en plena pandemia, sin consultar a los expertos y en contra del criterio del Comité de Bioética de España, entre otros. Pero, sobre todo, es un texto que oscurece «de manera preocupante el valor de la vida humana en la enfermedad, el sentido del sufrimiento y el significado del tiempo que precede a la muerte», tomando palabras de la carta Samaritanus bonus de Doctrina de la Fe.

En espera de qué recorrido tienen el recurso de inconstitucionalidad presentado por Vox la semana pasada y el que presentará el Partido Popular estos días, toca reafirmar el valor y la dignidad de cada vida con todos los instrumentos a nuestro alcance y señalar que «no hay enfermos incuidables aunque sean incurables», como asevera la Conferencia Episcopal. Ahora más que nunca hay que recordar –y así lo han vivido muchos españoles en este tiempo de pandemia– que el sufrimiento y la vulnerabilidad se afrontan de otra manera con cuidados, afecto y compañía.

No puede calar en la sociedad la idea de que la eutanasia, dado que ahora es legal, es la opción normal, la compasiva o incluso la buena. Por ello, entre otras cosas, hay que impulsar el testamento vital en el que el paciente pide tratamientos adecuados frente al sufrimiento, pero que no se aplique la eutanasia, y hay que defender la objeción de conciencia de los médicos, que algunos quieren limitar e incluso negar. También hay que seguir reclamando, como están haciendo distintos colectivos sanitarios, que se avance en cuidados paliativos y en atención a la dependencia… Ahora más que nunca, no demos ninguna vida por perdida.