Mucho ruido y pocas nueces, teatro del absurdo reinventado - Alfa y Omega

¿Qué diría Kenneth Branagh si viera esta versión de Mucho ruido y pocas nueces? Nada, no la entendería, es inglés… Así de desenfadada presenta esta adaptación libre una de sus autoras, Elena Lombao; y así de desenfadada es la obra al completo.

El libreto original shakespiriano (o como se escriba), recoge a ni más ni menos que 18 personajes. La crítica y la tradición literaria resumen esta obra del celebérrimo William como la mejor representante del juego de las oposiciones que el autor manejaba espléndidamente en sus comedias. La dialéctica, los enredos de palabras, el contraste entre caracteres opuestos, los disfraces y, en fin, lo burlesco y caótico, es recogido en esta comedia como en ninguna otra. Parecía pues difícil reinventar el género ¿verdad?

Bien. Pues he decir que la adaptación de Elena Lombao y Maribel Vitar está a la altura del reto. Respetando la estructura básica del texto original, la obra se re-inventa una y otra vez envolviendo al público, haciéndole partícipe de propio acto de creación escénica.

Tres actrices en el escenario, cuatro toques de atrezzo, un único vestuario y seis personajes para cada actriz. Todo ello con numerosos guiños a nuestra cultura actual. ¿El resultado? Casi hora y media de risas y genialidad.

El trabajo actoral es impecable. Las actrices se dejan la piel, se entregan, pero sobre todo se divierten, se divierten muchísimo, y esto hace que la obra sea mucho más orgánica. Lo que demuestra que el talento y la creatividad son más que suficientes para tener al espectador en la mano.

Algunos de los gags resultan tan geniales que la obra se interrumpe con aplausos como si de un espectáculo de monólogos se tratase. Al frente está Sonia Sebastián, actriz, directora de cine y directora del Teatro de Cámara Cervantes, una mujer polifacética que ha sabido dirigir con arte el gran potencial de las actrices Elena Lombao, Maribel Vitar y Tusti de las Heras.

El espectáculo está firmado por la compañía teatral Las Grotesques, -de la cual Sonia Sebastián fue una de las iniciadoras- y que tiene en su haber entre otras, El ente caliente, La zorra y Sin balas, todas ellas obras con sello propio que cabalgan entre el teatro del absurdo y las comedias de gags. Con Mucho ruido y pocas nueces la compañía ha conseguido otra vuelta de tuerca al género.

Desde Hoyenlacity les deseamos un feliz desembarco en la Gran Vía.

Mucho ruido y pocas nueces

★★★★☆

Teatro:

La Strada Gran Vía

Dirección:

Calle San Bernardo, 5

Metro:

Santo Domingo, Plaza de España, Callao

OBRA FINALIZADA