Moonrise Kingdom. Un surrealista canto al amor verdadero - Alfa y Omega

Moonrise Kingdom. Un surrealista canto al amor verdadero

Se estrena una película americana independiente, que ya muchos califican como de culto, pero que supone una imaginativa mirada al mundo de la familia y del amor verdadero. Aunque parte de la situación de crisis real del matrimonio, el film apuesta por la esperanza de un amor puro, verdadero y duradero, encarnado en una pareja de preadolescentes

Juan Orellana
Imagen de la película Moonrise Kingdom.

Si hay un director rarito, ése es el tejano Wes Anderson, con una filmografía tan pintoresca como Fantástico Sr. Fox, Viaje a Darjeeling, Los Tenenbaums o Academia Rushmore. Ahora nos brinda otra rareza, pero llena de encanto, escrita por el hijo de Coppola, Roman, y por el mismo director. Moonrise Kingdom, dada a conocer en el pasado Festival de Cannes, es como un cuento, indudablemente surrealista, pero visualmente muy imaginativo. Bebe de diversas fuentes, desde Peter Pan hasta los cuentos de hadas, pero filtrado por la singular imaginación cinematográfica del director. Los jóvenes debutantes Kara Hayward y Jared Gilman se rodean de unos secundarios de la talla de Bruce Willis, Frances MacDormand, Edward Norton, Bill Murray, Tilda Swinton o Harvey Keitel.

La historia se desarrolla en 1965. Suzy vive con su original familia en una isla de Nueva Inglaterra; Sam es huérfano y está en un campamento de Boy Scouts. Tienen trece años. Un día se conocieron en una obra de teatro y se quedaron prendados uno del otro. Ahora, constreñidos por no encontrar su lugar en el mundo, deciden fugarse juntos y casarse. Tanto los Boy Scouts, como la policía local y los padres de Suzy emprenden la búsqueda de los chavales por toda la isla. Ya nada volverá a ser lo mismo para ninguno de los implicados.

La película opta por una estética de cuento, con paisajes de ensueño y una planificación fantasiosa. La película se asemeja a alguna de las ilustraciones que pueblan tantos libros infantiles como los que Suzy lee continuamente. Con tono surrealista nos habla de la pureza del amor frente al escepticismo sentimental de muchos adultos, encarnado en los padres de Suzy. Por otra parte, exalta la paternidad, a través del personaje del policía y su desenlace. También propone un interesante acercamiento a la cultura Scout, como trampolín de desarrollo personal y solidaridad. Suzy y Sam son personajes un tanto burtonianos, es decir, inadaptados, outsiders…, debido a sus historias familiares. Por eso mismo son capaces de entenderse, de aceptarse y de cuidarse. Incluso la forma en que descubren la sexualidad es naíf, inocente, sin el crudo materialismo al que el cine nos tiene acostumbrados. Incluso la cuestión del supuesto desposorio entre ambos, aunque no abandona el terreno de lo surrealista, es presentado con respeto, con fuerza moral, y con el deseo de fondo de un amor que dure para siempre.

Especialmente impactante es la banda sonora, en la que alternan partituras de la nueva suite del compositor de cine Alexander Desplat —que ya trabajó con el cineasta en Fantástico Sr. Fox—, con fragmentos de El carnaval de los animales, piezas scouts, temas del legendario cantautor de country Hank Williams y piezas de Benjamin Britten.

Ciertamente no es una cinta para todos los gustos. Quien conozca y guste de la trayectoria de Wes Anderson, haya disfrutado con cintas como Big Fish o simpatice con el humor del Carroll de Alicia a través del espejo, podrá reconocer en esta película una joyita. En cualquier caso, se agradece su positividad de fondo y forma, a pesar de tratar temas oscuros como la infidelidad conyugal, la paternidad irresponsable, el desamor o la incomprensión.

Moonrise Kingdom
Director:

Wes Anderson

País:

Estados Unidos

Año:

2012

Género:

Comedia

Público:

+7 años