Mayumana: el ritmo que habita en ti - Alfa y Omega

Hay algo de tocar nuestras raíces y el origen de las cosas en Mayumana. Logran que uno vibre desde muy dentro, que le salgan las ganas de vivir desde muy hondo, y que se acabe preguntando… ¿pero quién se inventó la música? Racconto —que significa «retrospectiva»— hace un repaso con lo mejor de la historia de esta compañía para celebrar su 15 aniversario. Como dijo Andreu Buenafuente en la presentación del espectáculo, en el que colabora con su voz y con alguna que otra sorpresa, Racconto es perfecto para los fans y una oportunidad para quien quiera acercarse por primera vez al fenómeno Mayumana —que, para los no iniciados, significa «destreza»—.

Aletas de buceo, cabeceros de cama metálicos, tubos de cartón, agua, el propio cuerpo y todo tipo de cubos de basura son algunos de los sorprendentes instrumentos con los que Mayumana nos descubre que, más acá de las apariencias, escondidos ente el caos y el ruido, podemos descubrir el orden, el ritmo y la belleza. Cuando eso ocurre, sucede algo mágico que conecta misteriosamente con algo profundo dentro de uno mismo. Te conmueve, experimentas una sorprendente alegría, puedes sentir hasta ganas de levantarte, de cantar y de bailar. Notas que la música y el ritmo tienen un hogar dentro de ti, y que por ahí cerca habita algo del secreto para ser feliz que te une misteriosamente a cada una de las personas que están allí contigo en el encantador Teatro Nuevo Apolo, y a todas las demás que no están allí. No cabe duda de que detrás del éxito de Mayumana están unos creadores enamorados de lo que hacen, y que no dedican más que la filosofía justa a explicar su creación. Hay quienes pueden echar de menos un discurso más sólido del que se ha logrado para el guión de Racconto, y podrían tener razón. Quizás esa sensación de ligereza tenga que ver con el propio Buenafuente, cuya voz —que narra en off el espectáculo— se asocia también a cierta incredulidad cínica que a veces se oculta tras el humor, y que suele restar fuerza y pureza. No obstante, la pasión de los creadores de Mayumana y esa intuición sobre cómo hacer un verdadero trabajo en equipo ha logrado una fórmula fantástica que da resultado. Son una comunidad de artistas, acróbatas, músicos y bailarines en la que «cada uno de sus componentes brilla» al tiempo que son un «grupo compacto que funciona en perfecta sintonía como un solo hombre». Un verdadero espectáculo digno de disfrutarse, y para todos los públicos.

Mayumana se ha convertido en casi un paraíso, en el sueño de muchos jóvenes que desean unirse a esta familia formada por artistas de más de 20 nacionalidades donde todos aprenden de todos y se transfieren destrezas y conocimiento. Han creado con éste 7 espectáculos en sus 15 años de historia. Creen en la originalidad de cada uno. Creen en que la riqueza de la internacionalidad es compatible con la unidad. Creen en la experimentación artística. Creen en que hay lugares adecuados para cada persona, y que la fuente de la inspiración está en el poso que la vida va dejando en nuestro interior. Se nota, se siente, se experimenta en el espectáculo, y seguramente no sea casualidad. Sus fundadores son de Israel, y aunque España es su segunda casa —Boaz Berman, uno de sus creadores, no se cansa de repetirlo en cuanto tiene ocasión—, en aquellas tierras y a orillas del mar, en el antiguo puerto de Tel Aviv, está la cuna que los vio nacer. Allí están sus raíces, y el marco de inspiración que dio luz a la idea original.

Poco nuevo —algo de tecnología de pantalla, con fallos a veces— pero mucho, mucho Mayumana: ritmo, expresión, comunidad, ejemplaridad artística y alegría de vivir. Amplifican el sonido de las cosas cuando se rozan, y nos conectan con su ritmo y vitalidad al misterio de un universo vivo que palpita. Casi nada.

Racconto

★★★★☆

Dirección:

Plaza Tirso de Molina, 1

Metro:

Tirso de Molina

OBRA FINALIZADA