Mary’s Meals: «La comida es el único modo de evitar que los niños se unan a una banda en Haití»
15 años después del terremoto que asoló el país, la organización benéfica sigue alimentando cada día a 175.000 niños en 500 escuelas
El 12 de enero de 2010, un terremoto de magnitud 7,0 sacudió Haití acabando con la vida de 300.000 personas. «15 años después, la principal amenaza a la que se enfrenta el país no procede de la naturaleza, sino de la inestabilidad extrema causada por bandas fuera de la ley», ha asegurado este miércoles en un comunicado la organización benéfica Mary’s Meals.
Según revela, «hay tiroteos y asesinatos diarios, con zonas enteras bajo el dominio de las bandas», lo que deja a los habitantes «incapaces de garantizar su seguridad». Además, las escuelas sufren cierres, los comercios están paralizados y muchos servicios esenciales se encuentran inaccesibles.
«Mary’s Meals es una idea sencilla para acabar con el hambre en el mundo, que funciona», así se presenta la organización benéfica, que obtuvo hace dos años el premio Princesa de Asturias de la Concordia. Desde su fundación en 1992 por el escocés Magnus MacFarlane-Barrow, proporciona a niños de todo el mundo una comida diaria en un lugar de educación, en zonas donde el hambre y la pobreza a menudo se interponen en el camino de su escolarización. Así, sirve comidas en sus colegios a más de 2,4 millones de niños de16 países: Malawi, Liberia, Zambia, Zimbabue, Madagascar, Kenia, Haití, Mozambique, Etiopía, India, Sudán del Sur, Yemen, Benín, Líbano, Siria y Ecuador, con un coste medio de tan solo 22 euros por niño para cada curso escolar. Además, todas esas comidas se elaboran con alimentos de origen local, apoyando así la economía de la zona.
En este contexto, Mary’s Meals Haití alimenta cada día a 175.000 niños en 500 escuelas. Y no es fácil, porque el terror que ejercen las bandas ha interrumpido la importación y distribución de alimentos: «Los puertos están cerrados, las carreteras bloqueadas y los métodos de transporte alternativos, como barcos o helicópteros, son costosos y arriesgados», señala Mary’s Meals.
A los 15 años de aquella tragedia que conmocionó el mundo, la institución busca hacer «todo lo posible para que los niños coman todos los días, porque si no tenemos el programa de alimentación escolar, los niños no tendrán nada», afirma Emmline Toussaint, una de las coordinadoras del programa de alimentación escolar de Mary’s Meals en Haití. En su opinión, «la comida es el mayor incentivo» para niños y jóvenes, y en muchas ocasiones «el único modo de evitar que los niños se unan a una banda».