Los Reyes Magos reparten caramelos «prohibidos» en las cárceles de Sevilla - Alfa y Omega

Los Reyes Magos reparten caramelos «prohibidos» en las cárceles de Sevilla

Pastoral Penitenciaria organiza el reparto de regalos de Navidad a los 2.500 presos de las cuatro prisiones sevillanas

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Una voluntaria prepara paquetes de caramelos para los presos de Sevilla. Foto: Arzobispado de Sevilla.

Los Reyes Magos andan atareados estos días, y no se olvidan de nadie. Lo saben bien los 2.500 presos de las cuatro cárceles que hay en la provincia de Sevilla, que esta semana han visto abrir las puertas de la prisión a dus majestades de Oriente, con regalos para todos ellos.

Mochilas, camisetas y calcetines, mantecados y polvorones, objetos de aseo, detalles personales… y caramelos, algo que a los presos «les hace mucha ilusión porque por normativa está prohibido introducirlos en la cárcel», asegura Félix Quijada, diácono y voluntario de Pastoral Penitenciaria de la diócesis sevillana.

Los regalos han sido preparados con mimo por fieles de distintas parroquias de la diócesis, en una iniciativa tradicional en estas fechas pero que este año implica a menos voluntarios debido a las restricciones impuestas por las autoridades debido a la COVID-19.

«Para los presos está siendo muy duro –afirma Quijada–, ya que es revivir de alguna manera el confinamiento. Los vis a vis están muy restringidos y los permisos de salida también, debido al riesgo de introducir el virus en la cárcel».

Para el voluntario «es normal que haya que tener un cuidado especial», pero al final la vida de los internos se reduce «a la celda y al patio». Por eso, en estos días se nota «más tristeza» en el ambiente.

En esta situación, los voluntarios se afanan en dar «una palabra de esperanza a todos los que podemos», algo que acompañan con un regalo especial para aquellos internos más vinculados con la Pastoral Penitenciaria: el libro del Evangelio del día.

«Hace poco me dijo un funcionario: “Vosotros sois para los presos un soplo de aire fresco”. Es verdad que ellos pueden escuchar la radio y ver la televisión, pero eso no es lo mismo que tener a alguien a tu lado con el que compartir tus cosas, sobre todo en Navidad», cuenta Quijada.