Presos en sillas de ruedas peregrinan al Rocío: «No se lo podían creer» - Alfa y Omega

Presos en sillas de ruedas peregrinan al Rocío: «No se lo podían creer»

Un grupo de internos de la cárcel de Huelva visita el santuario mariano en una salida en la que han sido acompañados por funcionarios de la prisión y voluntarios de la pastoral penitenciaria diocesana

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Los presos, tras la celebración de la Misa en el Rocío. Foto: J. M. Raya

Desde hace once años, la asociación rociera La Libertad organiza una peregrinación al Rocío para los internos de la cárcel de Huelva. Por carreteras secundarias, los presos que obtienen el permiso correspondiente andan durante dos días y hacen noche por el camino, para al día siguiente celebrar la Eucaristía en la aldea onubense y tener un rato de convivencia.

Debido a la pandemia, esta actividad lleva dos años sin realizarse, pero este martes se han abierto las puertas de la prisión para ocho internos, con la particularidad de que son todos enfermos y cuatro de ellos están incluso en sillas de ruedas.

«Ha sido impresionante, no se lo podían creer», afirma Antonio Sánchez, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria de Huelva, «sobre todo porque ellos no pueden andar. Peregrinar al Rocío ha sido el no va más, y era digno de ver su cara de satisfacción allí».

Acompañados por funcionarios de la prisión y varios miembros de la pastoral penitenciaria, se subieron al autobús el martes con destino a la localidad onubense. En el santuario «pudimos celebrar la Misa, junto a varios familiares de algunos de ellos, e incluso antiguos presos que ya están en libertad y que no se lo querían perder», afirma Sánchez.

Se trata de «una salida programada muy extraordinaria por las circunstancias excepcionales que vivimos», y aunque la tradicional peregrinación rociera lleva dos años sin celebrarse, «ellos han sido muy afortunados por poder hacerlo ahora».

Para todos ellos ha sido una gran oportunidad, ya que «aquí en la zona la Virgen del Rocío es muy querida». Incluso para los funcionarios ha sido una ocasión de mostrar una devoción esencial para el pueblo andaluz y latente por la pandemia. «Y para todos –señala Antonio Sánchez–, tanto internos como funcionarios, ha supuesto un bonito momento de convivencia en torno a la Virgen».