«Teólogos y obispos tienen una labor complementaria en la comprensión de la fe católica, pero la interpretación definitiva corresponde a estos últimos». Así lo afirma el documento Teología hoy: perspectivas, principios y criterios, de la Comisión Teológica Internacional (CTI), el principal órgano consultivo de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El documento reconoce que existe una «tensión inevitable» entre la práctica de la teología y el ejercicio magisterial del Papa y los obispos; sin embargo, insiste en una «necesaria armonía» entre ambos ámbitos. «Obispos y teólogos tienen distintas competencias, que ambos deben respetar: ni el Magisterio puede reducir la teología a una ciencia meramente repetitiva, ni los teólogos pueden pretender sustituir el ministerio magisterial de los pastores de la Iglesia». Por un lado, «la teología investiga y articula la fe de la Iglesia»; por otro, «el magisterio eclesial proclama la fe y la interpreta de manera auténtica». En cualquier caso, existe una necesaria subordinación, ya que «el Magisterio constituye una herramienta indispensable para el trabajo teológico», de modo que éste pueda garantizar «la auténtica transmisión del depósito de la fe, especialmente cuando se atraviesan tiempos decisivos para el discernimiento».