Los héroes del futuro - Alfa y Omega

Por tercer año consecutivo nos acercamos a la Navidad con una dosis de preocupación —por la invasión rusa en Ucrania, repleta de crímenes de guerra diarios contra civiles— y una dosis de crispación mediática superiores a lo normal. El destrozo que está cometiendo Putin es difícil de frenar pero, en cambio, está en nuestras manos poner cierto coto a «los movimientos digitales de odio y destrucción», denunciados por el Papa en Fratelli tutti, que amargan todavía más la vida a millones de personas.

Francisco reprendía «la costumbre de descalificar rápidamente al adversario», y alertaba: «Lo peor es que este lenguaje, habitual en el contexto mediático de una campaña política, se ha generalizado» en buena parte de nuestra sociedad. Esta contaminación —azuzada con frecuencia por la dinámica de las redes y medios digitales—, llega a todos los ambientes y hogares, lo que requiere una actitud de resistencia para favorecer la vuelta a la normalidad. Según el Pontífice, «los héroes del futuro serán los que sepan romper esa lógica enfermiza y decidan sostener con respeto una palabra cargada de verdad. Dios quiera que esos héroes se estén gestando silenciosamente en el corazón de nuestra sociedad».

El Adviento es espera esperanzada. A la preparación espiritual de cada uno para la Navidad podría sumarse un pequeño esfuerzo para rebajar el clima de crispación interior, y a veces exterior, en que viven muchos de nuestros familiares y amigos. Encaja bien con el deseo de una noche de paz. En este delicado momento de transición es todavía más necesario ofrecer a nuestro alrededor pequeñas dosis de amabilidad, de sonrisa, de serenidad, de escucha y de servicio, en la medida que cada uno pueda.

Esos gestos discretos forman parte del cambio de paradigma iniciado sin ruido en Belén, en pleno apogeo de un imperio violento y despiadado que terminaría por transformar. En Fratelli tutti, el Papa recuerda que las comunidades de primeros cristianos, «inmersas en un mundo pagano desbordado de corrupción y desviaciones, vivían un sentido de paciencia, tolerancia y comprensión». Difundámoslo.