Los escolapios desmienten las acusaciones de encubrimiento del obispo de Huesca
Según la orden, Pedro Aguado reaccionó inmediatamente ante los abusos cometidos por un escolapio mexicano cuando él era superior general
En los últimos días, varios medios de comunicación han difundido la noticia de que el actual obispo de Huesca y Jaca, Pedro Aguado, encubrió durante nueve años los abusos de un escolapio pederasta en México, cuando Aguado era superior general de la orden. Según estas noticias, recibió las primeras informaciones en 2010 pero no hizo nada hasta 2019.
Sin embargo, la Orden de las Escuelas Pías ha emitido un comunicado oficial en el que subrayan que «la primera noticia de los hechos la tuvimos en 2019». Y que «antes de esa fecha no recibimos ninguna denuncia sobre abusos sexuales cometidos por Miguel Flores».
Respuesta inmediata
La nota destaca que «en ese momento respondimos de inmediato iniciando una investigación preliminar y adoptando las medidas cautelares correspondientes, impuestas por el padre Pedro Aguado, entonces superior general de la orden».

Poco después, en octubre de ese mismo año, «presentamos un informe completo del caso a la Santa Sede», y en octubre de 2020 la Santa Sede «impuso a Miguel Flores la sentencia de dimisión del estado clerical; y además se ratificó su expulsión definitiva de nuestra orden».
La nota de los escolapios asegura además que ha brindado «acompañamiento educativo, económico y pastoral a la víctima, apoyándole en su camino de sanación y recuperación por el daño sufrido». Lamenta «sinceramente» que los abusos cometidos por Flores «ocurrieran en comunidades que estaban bajo nuestra responsabilidad».