Los desafíos de la escuela católica - Alfa y Omega

Los desafíos de la escuela católica

Redacción
El cardenal Antonio María Rouco, en el XI Congreso de Escuelas Católicas.

El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, afirmó, en el XI Congreso de Escuelas Católicas (FERE-CECA y EyG), que el derecho a la educación, recogido en el artículo 27 de la Constitución, «no ha sido reconocido ni desarrollado plenamente» en la legislación posterior, de forma suficiente y satisfactoria. Queda, así, «una tarea y una lección que hay que aprender y desarrollar en los años que vienen». El encuentro se celebró del 24 al 26 de noviembre pasado bajo el lema El liderazgo educativo, motor de cambio, y en él participaron 1.500 profesionales de la educación concertada española. Como ponentes, asistieron también el ministro de Educación en funciones, don Ángel Gabilondo; la Presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Esperanza Aguirre; y monseñor César Franco, obispo auxiliar de Madrid. Monseñor Joseph W. Tobin, Secretario de la Sagrada Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apóstolica, señaló, en su intervención, que la escuela católica está llamada a una renovación constante y valiente, para lo que se hace necesario que sepa definirse, comprender el cambio e intervenir en él. Entre los desafíos que dicho cambio implica, están el volver a los orígenes de los distintos carismas fundacionales y trabajar en colaboración para que «la Iglesia sea casa y escuela de comunión». Por otro lado, monseñor Casimiro López Llorente, Presidente de la Comisión episcopal de Enseñanza y Catequesis, de la Conferencia Episcopal Española, alertó de que el sistema educativo actual «ha olvidado» la formación de la persona, como consecuencia de la globalización y la revolución tecnológica. Es urgente -añadió- mejorar la calidad del sistema de enseñanza, para superar la crisis económica, pero también la crisis «moral, social, política y espiritual». Don Javier Restán, Director General de Becas y Ayudas a la Educación, de la Comunidad de Madrid, resaltó que el hecho de que tantas familias soliciten plaza en las escuelas católicas cada año, durante los procesos de admisión, es una especie de referéndum en el que se muestra el respaldo abrumador de las familias a esta opción educativa. «Esto es un depósito de confianza enorme sobre el que Escuelas Católicas tiene una gran responsabilidad».

Entre las conclusiones del congreso, se afirma que «nuestra oferta educativa cristiana tiene que impulsar un cambio de paradigma en la educación de la fe y en la dimensión espiritual, lo que exige educadores con fe y con competencia espiritual, es decir, con la libertad de los hijos de Dios y con el compromiso de ganar la vida para los demás».