Lo ultra no es defender la vida, sino no hacerlo - Alfa y Omega

Lo ultra no es defender la vida, sino no hacerlo

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«En el Telediario de La 1 de TVE han sacado una manifestación fundamentalista contra el aborto y la eutanasia, los han llamado provida y han dejado que su portavoz cuente su argumentario ultra sin que nadie le contradiga. Blanqueamiento de la extrema derecha pagado por ti». Pablo Echenique, diputado y portavoz de Unidas Podemos, lamentaba así el domingo en su cuenta de Twitter que la televisión pública se hiciera eco de la concentración Cada Vida Importa en Madrid –en la que 3.000 personas defendieron pacíficamente al no nacido y la muerte natural– y hacía gala de su sectarismo.

Resulta triste que en una democracia madura algunos se empeñen en silenciar las ideas de otros y que no se respeten las convicciones ajenas, pero, sobre todo, resulta triste que la defensa de la vida sea calificada de ultra o de fundamentalista. Lo radical es que en España, en pleno siglo XXI, pocos apuesten por el cuidado de todo ser humano y por el acompañamiento a los más vulnerables, y que la sociedad parezca inmersa en una espiral de difícil salida. Por eso hoy, aunque no le guste a ciertos políticos, hay que volver a decir alto y claro que cada vida importa.