León XIV celebra la fiesta de los santos Pedro y Pablo pidiendo «vivir la unidad en la diversidad» - Alfa y Omega

León XIV celebra la fiesta de los santos Pedro y Pablo pidiendo «vivir la unidad en la diversidad»

En el ángelus ha rezado por las víctimas de la explosión en un instituto de República Centroafricana que ha causado casi 30 muertos y varios cientos de heridos

Ester Medina Rodríguez
El Papa León XIV durante la homilía en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo
El Papa León XIV durante la homilía en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo. Foto: CNS / Lola Gómez.

La basílica de San Pedro ha acogido en la mañana de este domingo la Eucaristía en la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, que también son patronos de Roma. Durante la ceremonia se ha llevado a cabo la bendición e imposición de los palios a 54 nuevos obispos metropolitanos, a quienes el Pontífice les ha recordado que ese símbolo «recuerda la tarea pastoral que les ha sido confiada y expresa la comunión con el obispo de Roma para que cada uno de ustedes pueda alimentarla en las Iglesias locales».

Ante más de 5.000 fieles congregados en el interior del templo y otros 5.000 que han seguido la ceremonia a través de pantallas en la plaza de San Pedro, León XIV ha centrado su homilía en el testimonio de san Pedro y san Pablo, dos mártires y pilares de la Iglesia. Unos ejemplos, ha señalado, «que nos interpelan de cerca» y de quienes ha destacado dos aspectos: la comunión eclesial y la vitalidad de la fe.

En el derramamiento de su sangre por el Evangelio, ha explicado que se produce «una comunión en la única confesión de la fe, cuya conquista no es pacífica». Es decir, los dos apóstoles llegan al martirio después de recorrer caminos diferentes «en los que cada uno ha abrazado la fe y ha vivido el apostolado de manera diversa». Por eso, la historia de estos dos santos «nos enseña que la comunión a la que el Señor nos llama es una armonía de voces y rostros, no anula la libertad de cada uno», ha recalcado el Papa, recordando que ellos también tuvieron «ideas diferentes, a veces se enfrentaron y discutieron con franqueza evangélica». Sin embargo, eso no les impidió vivir una «plena comunión en el Espíritu y una fecunda sintonía en la diversidad».

Eucaristía en la solemnidad de san Pedro y san Pablo en el Vaticano este domingo
Eucaristía en la solemnidad de san Pedro y san Pablo en el Vaticano este domingo. Foto: CNS / Lola Gómez.

El Santo Padre ha especificado que el camino de la comunión eclesial «une las diversidades y crea puentes de unidad en la variedad de los carismas» y que, además, «es importante aprender a vivir la unidad en la diversidad». Entre otras cosas, porque «la Iglesia necesita esa fraternidad; lo necesitan las relaciones entre los laicos y los presbíteros, entre los obispos y el Papa, la vida pastoral o el diálogo ecuménico». Ante esto, León XIV ha hecho un llamamiento contundente: «Comprometámonos a hacer de nuestras diversidades un taller de unidad y comunión, de fraternidad y reconciliación para que cada uno en la Iglesia, con la propia historia personal, aprenda a caminar junto con los demás».

Sobre la vitalidad en la fe, el Pontífice ha lamentado que en el discipulado «siempre existe riesgo de caer en la rutina, en el ritualismo, en esquemas pastorales que se repiten sin renovarse y sin captar los desafíos del presente». Por eso es importante, como hicieron Pedro y Pablo, «abrirse a los cambios, dejarnos interrogar por los acontecimientos, los encuentros y las situaciones concretas de las comunidades o buscar caminos nuevos para la evangelización».

Antes de finalizar con el recordatorio de que «es importante salir del peligro de una fe cansada y estática», el Papa ha agradecido la presencia de los miembros del Sínodo de la Iglesia greco-católica ucraniana y de la delegación del Patriarcado ecuménico, a quienes ha mandado un afectuoso saludo.

Óbolo de San Pedro 

Durante el rezo mariano del ángelus, el Santo Padre ha recordado la gran cantidad de cristianos que existen hoy en el mundo que dan sus vidas por el Evangelio. Lo cual marca un «ecumenismo de sangre, una unidad invisible y profunda entre las Iglesias cristianas, que aún no viven en plena y visible comunión entre sí».

Además, León XIV ha asegurado sus oraciones por todas las víctimas de una estampida causada por una explosión durante unos exámenes en un instituto de República Centroafricana. Según las últimas informaciones, ya suman 28 muertos y varios cientos de heridos. «¡Que el Señor consuele a las familias y a toda la comunidad!», ha exclamado.

También ha agradecido «a todos los que con su ofrenda apoyan mis primeros pasos como sucesor de Pedro» a través del Óbolo de San Pedro, «signo de comunión con el Papa y de participación en su ministerio apostólico».