El Ayuntamiento de Alcorcón pone trabas a la Hermandad del Nazareno - Alfa y Omega

El Ayuntamiento de Alcorcón pone trabas a la Hermandad del Nazareno

«La primera llamada que recibí de ellos fue para informarme de que nos quitaban el local donde teníamos la Casa de Hermandad», asegura la hermana mayor. Ahora están tratando de boicotear el pregón de la Semana Santa

José Calderero de Aldecoa
Una de las imágenes titulares de la Hermandad. Foto cedida por la Hermandad del Nazareno.

La Ilustre Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Esperanza lleva 35 años constituida en Alcorcón y 21 realizando su tradicional pregón de Semana Santa, que es el único que se celebra en esta localidad madrileña.

Este año iba a ser especial. Después de dos años de pandemia, en los que se ha tenido que suspender el acto, el pregón suponía el reencuentro de la hermandad con los cerca de 1.000 fieles que caben en el teatro municipal. «Se hace allí por su tamaño. De hecho, se nos suele quedar pequeño. Es muy frecuente que vaya gente a la puerta para ver si alguien ha fallado en el último momento y así poder entrar», explica Arantxa Álvarez, hermana mayor de la cofradía, en conversación con Alfa y Omega. Sin embargo, el pregón de este año corre peligro por las trabas que el Ayuntamiento de Alcorcón, dirigido en coalición por el PSOE y Ganar Alcorcón (Unidas Podemos), está poniendo.

Todo comenzó el 25 de junio de 2021. «Aquel día pasé una solicitud de cesión del teatro municipal por escrito. Lo hago con mucho tiempo para que no haya ningún imprevisto y asegurarnos el espacio», reconoce Álvarez. Pero fueron pasando los meses y no llegaba la confirmación. «Cuando ya me tenía que poner con el tema de las contrataciones, llamé a la concejala de Cultura y le pedí que me mandase el documento con la cesión del teatro para el día 3 de abril. Seis meses después todavía no lo tengo. Ella me empezó a dar largas y, al final, me dijo que lo estaban mirando y que me llamaría un técnico».

El teatro municipal lleno durante uno de los pregones. Foto cedida por la Hermandad del Nazareno.

Álvarez se dio cuenta de que algo no iba bien y decidió consultar la programación del teatro. El lunes, cuando se produjo la conversación entre ambas, el espacio estaba libre. «Solo había una actuación infantil para ese mismo día por la mañana, a las 12:00 horas». Dos días después, la hermana mayor se presentó en Cultura para hablar con el técnico «y me di cuenta de que habían modificado la programación y habían trasladado la actuación infantil a las 17:30 horas para no cedernos el local», asegura.

En cualquier caso, Álvarez no ha tirado la toalla. «Pienso que, si quieren, pueden rectificar». De hecho, después de que la hermandad denunciara todos estos problemas en un comunicado, «la concejala me pidió que lo retiráramos porque el Ministerio de Cultura les había permitido modificar la programación del teatro y, finalmente, nos lo iban a poder ceder». Sin embargo, la entidad religiosa no ha querido todavía eliminar sus palabras. «Se escudan en el ministerio cuando aquí no pinta nada. Estamos hablando de un teatro municipal. Vuelve a ser una salida rara por parte de la concejala y la prueba es que le he dicho que ok, que nos pasen el documento de cesión y retiramos el comunicado, y siguen sin mandárnoslo», confirma. «Si al final no nos lo pasan, pues haremos el pregón en nuestra capilla solo para unas pocas personas».

Discriminación y acoso

No es la primera vez que la coalición PSOE-Podemos trata de poner dificultades a la hermandad. Según denuncia la hermana mayor, «la primera llamada que recibí de ellos, después de que accedieran al Ayuntamiento, fue para informarme de que nos quitaban el local que nos habían cedido –al igual que había ocurrido con otras asociaciones– el anterior equipo de Gobierno». Allí tenían la Casa de Hermandad, una sede donde llevaban a cabo las labores sociales y culturales de la cofradía. Ahora, «después de muchos meses nos han cedido un local en la otra punta de la ciudad».

Por todo ello, la hermana mayor afirma que se sienten «desplazados. Somos una asociación y trabajamos en Alcorcón. Es más, a nivel cultural y artístico ofrecemos bastante más que otras muchas asociaciones, pero a nosotros nos tienen discriminados. Es como una inquina personal. Lo llamaría incluso acoso. Todo es peleando. Todo lo que queremos hacer es con 200 papeles de por medio, o poniendo problemas, y es agotador», concluye.