Los vecinos que sostuvieron a las clarisas de Baeza durante la COVID-19
Las diez religiosas del convento de san Antonio se contagiaron durante un mes y medio y solo sobrevivieron ante la falta de ingresos gracias a la solidaridad de los vecinos
La COVID-19 hizo mella en el convento de san Antonio de Baeza. De las diez clarisas que conforman su comunidad, se contagiaron las diez –una de ellas incluso con 93 años– y «no nos pudimos librar del virus hasta un mes y medio después», explica a Alfa y Omega la madre superiora.
La enfermedad provocó el aislamiento total del convento de las religiosas, que ya de por sí viven sometidas a la clausura voluntaria. En la práctica, las monjas se quedaron sin poder asistir a diario a la Santa Misa. «La escuchábamos a través de TRECE», explica sor Elena. Además, «lo que hacíamos eran exponer al Santísimo más tiempo para, por lo menos, alimentarnos espiritualmente del Señor sacramentado».
En esas largas jornadas de oración, a las que «cada hermana se sumaba en función de sus fuerzas física –hubo hermanas muy afectadas–», las monjas no solo rezaron por su recuperación sino también por la de todos aquellos que se encontraban en su misma situación. «Nos ha hecho identificarnos más con todos los afectados de esta pandemia», asegura.
Enfermas y sin ingresos
Pero la identificación de las clarisas de Baeza con los afectados por la COVID-19 no ha sido solo a nivel de salud, sino también laboral. Con un contagio tan extenso en el tiempo, las religiosas no han podido trabajar en la que es su única fuente de ingresos: la elaboración de dulces.
«Nadie nos compraba nada». Incluso una vez ya superado el virus, «alguna vez llamábamos para vender los dulces y hubo quien nos pidió un certificado médico para demostrar que no estábamos contagiadas. Algunos no se fiaban ni siquiera con el certificado médico», asegura la superiora.
Endulza tu corazón
La situación llegó hasta tal punto, que las religiosas se vieron en la situación de tener que pedir ayuda a un benefactor. «Él nos dijo que no nos preocupáramos, que se encargaría de ayudarnos». Dicho y hecho.
Entonces, surgió la campaña Endulza tu corazón, organizada por la Agrupación Arciprestal de Cofradías, y que llevó los dulces de las religiosas hasta las puertas de las parroquias de Baeza para que pudieran ser adquiridos por los feligreses.
La campaña ha estado activa los días 5, 6, 7 y 8 de diciembre y, en total, se han recaudado 2.948,41 euros. «Ha ido muy bien. Además, gracias a la iniciativa y al interés de los medios ahora está viniendo más gente al convento a comprar. Se nota bastante movimiento».
Además, del agradecimiento a la Agrupación Arciprestal de Cofradías, sor Elena también le da las gracias al pueblo de Baeza, que «nos ayudaron muchísimo. Hubo gente que hasta nos traía comida. No sé qué hubiera sido de nosotras si no nos hubieran ayudado», concluye.