La ruta jacobea, medicina pospandemia

Miguel Ángel Tobías es conocido por su faceta de comunicador y por su paso por la televisión, el cine e incluso la prensa escrita. Pero el que fuera presentador de Españoles en el mundo también es doctor en Nutrición y técnico superior en Emergencias Sanitarias. «Estuve años pasando consulta de nutrición aplicada a las enfermedades», explica a Alfa y Omega. Por eso, cuando estalló la pandemia y todos estábamos encerrados en casa, Tobías tardó muy poco tiempo en dar un paso al frente. «No tiene sentido que esté aquí en mi casa de brazos cruzados cuando en mis viajes internacionales de grabación, en cuanto suelto una cámara me pongo a coser una pierna», pensaba entonces.

De esta forma, el comunicador se puso en contacto con las autoridades españolas y se ofreció para colaborar frente al coronavirus en un momento en el que no había material sanitario ni vacunas. «Al día siguiente de aquella llamada estaba entrando en una residencia de mayores, no sin antes santiguarme —ya habían muerto allí 25 personas—, en la que estuve 60 días». En ella se dedicó a lo que él llama «la gran terapia, que es el amor», y que se traducía en «acompañar a los residentes, atenderlos, cuidarlos».

Y aquella estancia fue el germen de El camino interior, el último proyecto audiovisual de Tobías que ya se puede ver en Movistar Plus+ y llegará en septiembre a RTVE. Se trata de una serie que transita por las últimas 16 etapas del Camino de Santiago. El director las recorre acompañado de distintas personalidades, todas ellas con cuatro vivencias comunes: «Tenían que ser personas del mundo del conocimiento, conferenciantes internacionales, que tuvieran libros escritos y que hubieran tenido un momento fuerte de quiebre que les obligara a repensar la vida, que es lo que la pandemia nos obligó a hacer a todos», detalla el presentador. De hecho, él mismo estuvo a punto de morir hace años, cuando se perdió durante una excursión en mitad de los Andes. Pasó una noche entera a muchos grados bajo cero y se durmió hasta en dos ocasiones, lo que en circunstancias normales supone una muerte. Pero él siempre ha dicho que una mano le despertó en dos ocasiones y le salvó la vida, aunque para eso tuvo que estar andando solo por la cordillera durante más de doce horas. «Cuando salí vivo de los Andes me di cuenta de que no estamos solos, es decir, me di cuenta de Dios, y entendí que tenía que honrar esa oportunidad que se me había dado de seguir aquí poniendo mis dones al servicio de los demás». Desde entonces, cada año realiza «un proyecto audiovisual, social, solidario y benéfico», como El camino interior, serie para la que entrevista, entre otros, a Pedro García Aguado, exolímpico y presentador; a la psicóloga Alejandra Vallejo; al naturalista Nacho Dean, o a la alpinista Edurne Pasaban, la primera mujer que consiguió coronar las 14 montañas que superan los 8.000 metros y que sufrió una fuerte depresión que le llevó a intentar suicidarse.

Estamos aquí de paso

Paralelamente a la estancia de Tobías en la residencia de mayores, el Camino de Santiago se estaba preparando para vivir su Año Santo. «La ruta tiene ese poder transformador de las personas, incluso aunque lo hagas por deporte», así que «decidí unir ambas cosas con la intención ofrecer recursos a la gente para salir de esta situación complicada que nos ha tocado vivir», subraya.

«La idea es que los espectadores se puedan convencer de que a pesar del dolor —de todos los tipos—, causado por la pandemia, hay esperanza, se puede salir adelante», concluye Miguel Ángel Tobías, al que también le gustaría que la serie ayudara a cambiar el paradigma actual hacia «una menor competitividad y una mayor colaboración».

«Ojalá fuéramos más humildes y nos diéramos cuenta de que estamos aquí de paso y que este mundo solo tiene sentido si mejoramos la vida de otros», asevera.