En una gélida noche londinense, Kyra Hollis, una idealista profesora de un suburbio inglés, recibe la inesperada visita del joven Edward. Él es el hijo de Tom y Alice, un matrimonio con el que Kyra convivió años atrás. La muerte de Alice tiene trastornado a Tom, y Edward viene a pedirle ayuda desesperadamente. Pero Kyra no está preparada para el reencuentro. La noche acaba de empezar, cuando la joven recibe una segunda visita. Esta vez es el mismo Tom quien se presenta en su casa, con la intención de revivir el amor apasionado que les unió en aquel entonces.
La obra intimista del autor británico David Hare, fue estrenada en Londres en el año 1995 con un contundente éxito de crítica y público. Sus diferentes adaptaciones han recibido, entre otros, premios tales como los Tony (EE. UU.), los sir Lawrence Olivier (Reino Unido) y los Molière (Francia) a la mejor obra.
En España sólo dos adaptaciones se habían hecho eco de este texto, a caballo entre la denuncia social y el debate moral. La primera en Toledo con Joaquín Kremel y Julia Torres, y la segunda en Cataluña en 2002 con el mismo Jose María Pou y Marta Calvo, quien volvió a probar suerte en 2012 en el emblemático teatro Goya de Cataluña, esta vez con Roser Camí como coprotagonista.
Llega ahora a Madrid nuevamente de la mano de Jose María Pou, que nos entrega un verdadero portento interpretativo. Increíble su presencia física y su voz. Nathalie Poza, la nueva Kyra Hollis a la madrileña, le da un réplica a su altura. No tanto ocurre con el tercer actor, Sergi Torrecilla, quién no sin un trabajo y entrega intenta dar vida a un joven de 18 años sin mucho éxito, no tanto por su interpretación, sino por su físico, muy alejado de la fisonomía de un joven de esa edad.
La obra de David Hare merece un pequeño análisis. Como buen discípulo del maestro Bernard Shaw, David Hare sabe que necesita dos personajes de carne y hueso para atrapar al gran público. Tom y Kyra lo son. En España, muy poco conocido por su teatro, sí lo es por sus adaptaciones cinematográficas de grandes obras: Las horas, The reader o Herida, son algunos «oscarizados» ejemplos de su trayectoria como guionista. Pero es en su faceta de dramaturgo donde Hare posee enorme prestigio. Perteneciente a la «generación del 68», pronto dejará su radicalismo marxista para introducirse en conflictos sociales a través de dramas íntimos. Este es el caso de A cielo abierto. La mezcla de drama humano con crítica social hace de la obra un interesante instrumento de debate sobre el capitalismo y el socialismo.
Pero sin duda, lo más interesante del texto se encuentra en la tragedia humana que se esconde en los personajes. El sentimiento de frustración ante la infidelidad, el dolor de la muerte y la ambigüedad de la entrega pasional sin compromiso se confunden en la eterna búsqueda del sentido último de sus vidas. Las aspiraciones de cada uno resultan tan incompatibles que hacen que su amor sea irreconciliable.
«La mejor forma de amar es a cielo abierto» le dice Tom a Kyra en un intento desesperado por no perderla. Pero el amor no es entendido en su plenitud por ninguno de ellos, es más, ambos dos lo corrompen, cada uno a su manera.
★★★★☆
Calle Príncipe, 25
Antón Martín, Sol
ESPECTÁCULO FINALIZADO