La Iglesia pide «sensatez a todos los dirigentes» - Alfa y Omega

La Iglesia pide «sensatez a todos los dirigentes»

Hoy, 10 de enero, debería tomar posesión Hugo Chávez como Presidente de la República de Venezuela para el período 2013-2019. Pero Hugo Chávez no está en Venezuela; está en Cuba. Y no está sano, sino «delicado de salud», según las palabras del Vicepresidente Nicolás Maduro. La Iglesia pide oraciones por el Presidente, al mismo tiempo que exige al Gobierno que respete la legalidad y diga la verdad a los venezolanos

Jaime Septién
Un grafiti significativo, en las calles de Caracas: foto tomada el pasado 3 de enero.

«Está en grave riesgo la estabilidad política y social de la nación; éste es un momento difícil e incierto, con rasgos que dibuja una compleja situación que pudieran conducir al país a una encrucijada peligrosa». Ésta es la advertencia que lanzó, el lunes, el episcopado venezolano, por boca de su Presidente, monseñor Diego Padrón.

Hoy es un día decisivo. «Olvídense del 10 de enero –dijo Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, el pasado 22 de diciembre de 2012–. El pueblo ya decidió el 7 de octubre. El presidente de la República es Hugo Chávez y la voluntad del pueblo debe respetarse». En caso de que Chávez no pueda asumir la presidencia, el presidente de la Asamblea debe tomar el puesto y convocar a elecciones en los siguientes 30 días, pero el oficialismo ha rechazado esta posibilidad.

La Constitución venezolana permite muchas interpretaciones. Cabello y Maduro ya dieron la suya. El comandante Chávez tiene permiso de faltar a la cita con la Historia el 10 de enero. Ya en marzo (transcurridos 90 días), se verá.

Ausencia temporal o definitiva

El oficialismo afirma que la fecha de toma de posesión «puede postergarse» sin violar el texto de la Carta Magna, mientras que la oposición se ajusta al artículo 233, donde se dice que, «cuando se produzca la falta absoluta del presidente electo o presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente o presidenta, se encargará de la presidencia de la República el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional».

El artículo 234, sin embargo, da otra salida a la crisis, al menos por el momento. Dado que Chávez no ha muerto, el oficialismo habla de «falta temporal» del presidente, y ese tipo de ausencias –dice la Constitución– «serán suplidas por el vicepresidente ejecutivo o vicepresidenta ejecutiva hasta por noventa días, prorrogables por decisión de la Asamblea Nacional por noventa días más».

En pocas ocasiones un hombre conectado a un tubo ha sido más acechado en sus signos vitales…, que nadie conoce. El vicepresidente Nicolás Maduro, a quien Chávez ha dado plenos poderes de representación, ha dado una cátedra de cómo se enmascara un cáncer que, en la mayoría de los mortales, se conoce como terminal. Ha dicho que el Comandante está «en una situación compleja». Y, para rematar la precisión anterior, señaló a Telesur (un canal chavista): «A veces, ha tenido unas ligeras mejorías; a veces, situaciones estacionarias».

La Iglesia en Venezuela, a través del cardenal Jorge Urosa Savino, ha pedido a todo el país orar por Hugo Chávez: «Vamos a pedirle a Dios que lo fortalezca en estos momentos». El arzobispo de Caracas confía «en la sensatez de los dirigentes políticos de todos los sectores», y les insta a «apegarse a lo que está planteado en la Constitución, cumplir las normas y aplicarlas, para resolver la hipótesis que se presente este 10 de enero».

Iglesia: Que se diga la verdad

Para la Conferencia Episcopal Venezolana, esta encrucijada pone en crisis la estabilidad del país sudamericano, por lo que le ha pedido al Gobierno que hable con la verdad al pueblo. Al mismo tiempo, los obispos exigen «no manipular la Constitución». Así lo expresó, el lunes, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, arzobispo de Cumaná, al inicio de la XCIX Asamblea Plenaria de los obispos de Venezuela. «Lo que desean y esperan todos los venezolanos es que los poderes públicos respeten y sigan en todo a la Constitución, que jamás actúen fuera o en contra de ella», dijo.

Monseñor Padrón resaltó que «la población está confundida, y una buena parte de ella molesta, pues, a pesar de más de 25 comunicados sobre el estado de salud del primer magistrado, hasta hoy no ha recibido oficialmente ningún parte médico venezolano». Por ello, el prelado se lamenta de que «el Gobierno no le ha dicho al pueblo toda la verdad, a la cual tiene todo el derecho de acceder de manera cierta; sólo le ha comunicado con evidente dificultad su verdad política».

En nombre de los obispos venezolanos, duramente atacados por Chávez durante sus mandatos, el arzobispo de Cumaná dejó en claro que «no es propósito de esta asamblea intervenir públicamente en la interpretación de la Constitución, pero en este caso está en juego el bien común del país y la defensa de la ética; alterar la Constitución para alcanzar un objetivo político es moralmente inaceptable».