La Iglesia en Gabón reza por la paz tras el golpe de Estado - Alfa y Omega

La Iglesia en Gabón reza por la paz tras el golpe de Estado

Desde el partido opositor al depuesto Ali Bongo aseguran que, con el golpe, «el ejército ha evitado un baño de sangre y ha abierto las puertas para que la ciudadanía recupere la democracia»

Ángeles Conde Mir
Muchos en Libreville, la capital de Gabón, salieron a las calles para celebrar el golpe. Foto EFE / EPA / STR.

En Libreville ahora reina la calma. La capital de Gabón ha pasado de la incertidumbre a la celebración en cuestión de horas después de que el ejército depusiera al presidente Ali Bongo Ondimba. Parece que han terminado así 56 años de poder de la familia Bongo que comenzaron con el padre del candidato a la reelección, Omar Bongo Ondimba.

Bongo padre asumió el poder de Gabón en 1967 y hasta 2009 se enriqueció enormemente con el petróleo del país hasta convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo. Se estima que, solo en París, la familia posee propiedades por valor de 85 millones de euros. De hecho, varios miembros de los Bongo Ondimba están siendo investigados en Francia.

«Los militares han librado al país de una guerra civil»

Por eso, la oposición encabezada por el candidato, Albert Ondo Ossa, celebra el golpe de Estado «porque los militares han librado al país de una guerra civil ya que estaba claro que Bongo se había declarado ganador de los comicios». Así lo afirmaba a la W Radio de Colombia Laurence Ndong, asesora de Ondo Ossa que recordó las otras dos citas electorales, en 2009 y 2016, que desembocaron en disturbios violentos incluida la quema del Parlamento.

La oposición a Ali Bongo vaticinó, desde antes de las elecciones del 26 de agosto, que habría pucherazo y que Bongo se proclamaría ganador con un 70 % de los votos. Ese día, la Comisión Electoral anunció a las dos de la mañana la victoria de Bongo con un 64,27 % de los votos e inmediatamente se desató el golpe y se declararon nulos los resultados. Bongo se encuentra bajo arresto domiciliario.

La familia Bongo, 56 años en el poder

La asesora de Ondo Ossa sostiene que «la gente está contenta porque el ejército ha evitado que Bongo robe otra vez las elecciones». Ndong asegura que la intención de su partido es colaborar con los militares quienes, a su vez, han expresado su intención de no quedarse en el poder, sino de tutelar la transición democrática con todas las fuerzas de la nación. «Antes hay que fortalecer las instituciones. Por eso, es necesario estar junto a los militares para que sean los garantes del camino hacia una auténtica democracia y un Estado de Derecho», aseguran desde el partido de Albert Ondo Ossa. Por su parte, la junta militar denominada Comité pour la transition et la restauration des institutions (CTRI), ha designado como Presidente de la transición al general Brice Oligui Nguema, comandante de la Guardia Republicana, la unidad de élite del presidente Bongo.

«La Iglesia observa atentamente la situación»

La Iglesia católica local «observa atentamente la situación» y «reza por la justicia y la paz», destaca el padre Serge-Patrick Mabickassa, de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, en declaraciones al diario La Croix. Los obispos no se han expresado oficialmente todavía, pero sí lo hicieron días antes de las elecciones cuando, en un comunicado, reiteraron que los comicios deben expresar «la elección política de un pueblo.

Recordaban que «el incumplimiento de la Constitución, la ley o el resultado de unas elecciones libres, justas y transparentes demostraría un grave fallo de gobernanza» y pedían «evitar enfrentamientos y violencia en cualquiera de sus formas después de las elecciones». También en enero de este año habían advertido de las tensiones en Gabón debido a la situación sociopolítica, la desigual distribución de la riqueza, el elevado desempleo juvenil, el mal estado de las infraestructuras, la inflación, la malversación y la corrupción y la debilidad de la economía.

El padre Mabickassa asegura que la Iglesia estaría dispuesta en este nuevo contexto a ejercer de puente en este periodo de transición «por la justicia, la verdad y la paz»: «A pesar de la situación que atraviesa el país, esperamos que esta crisis dé paso a un Gabón nuevo, más justo y fraterno. Y como han observado varios analistas, la intervención de los militares no ha provocado ningún derramamiento de sangre ni acto vandálico. Es un signo de esperanza que demuestra la voluntad real de construir la paz. Es un ejército que quiere reconciliarse con el pueblo. Para la Iglesia católica en Gabón es una oportunidad para proponer una mediación en Cristo, príncipe de la paz y rey del universo».