«La realidad es la interpretación que da nuestra mente de aquello que perciben nuestros sentidos». Con estas palabras se presenta el mentalista Jorge Astyaro, mexicano creador de este espectáculo de hipnotismo que intenta rescatar lo mejor de estos espectáculos, dotándolo de vigor y personalidad.
La capacidad de nuestra mente es un misterio que lleva interesando al hombre desde hace mucho tiempo. Poco sabemos de hasta dónde podríamos llegar si desarrolláramos todo nuestro poder. El hipnotismo y el mentalismo son disciplinas que han intentado desvelar algunas de estas habilidades mentales.
En este ámbit,o surgieron hipnotizadores teatrales que pretendían divulgar, con mayor o menor acierto, dichas disciplinas. El hipnotizador de teatro era esa rara avis que jugaba a un juego sumamente peligroso: el de la «verdad a medias». Hacía hipnosis, aunque combinándola con golpes de efecto y técnicas teatrales.
El público entregado dispuesto a ser hipnotizados se entregaba a estos showmen en busca de respuestas, algunos por curiosidad. Otros, por necesidad. Desde entonces, este tipo de shows han sido sinónimo de éxito. Astyaro pretende dar una vuelta de tuerca a este clásico. Podría decirse que su presencia es absolutamente hipnótica —valga la redundancia—, y ese es el secreto de su éxito: él mismo, una personalidad y presencia arrolladora.
De manera lúdica, entretenida, y muy respetuosa tanto con el público como con los voluntarios asistentes, Astyaro avanza introduciendo humor y ciertos toques de suspense. El público participa de manera activa continuamente. Hasta los más escépticos pueden estar seguros de encontrar un momento de entretenimiento.