La DANA cambia el rostro de las personas a las que Cáritas acompaña en Valencia
Aunque han atendido a 17.000 personas a raíz del desastre —muchas de ellas tenían una situación estable antaño— sus técnicos advierten de que ya existía exclusión
Desde que se produjo la DANA el 29 de octubre del año pasado y hasta el 31 de mayo de este año, Cáritas Valencia ha atendido a 16.884 personas afectadas por este desastre climático. La cifra, recogida en su Memoria 2024, revela no solo la magnitud de la catástrofe sino también cómo ha colocado en una situación vulnerable a perfiles que gozaban de cierta estabilidad. «Hablamos de hogares que nunca habían acudido a Cáritas y que, tras perder su vivienda, su coche o sus ingresos, se han visto por primera vez en situación de necesidad», ha explicado Aurora Aranda, directora de la entidad, durante la rueda de prensa convocada este lunes a las puertas del Día de Caridad que se celebra el próximo 22 de junio y en la que ha estado presente el arzobispo Enrique Benavent.
El brazo caritativo de la Iglesia en Valencia ha dedicado 13,6 millones de euros a ayudas específicas a las personas que sufrieron el temporal. Incluyen desde cobertura de sus necesidades más básicas hasta apoyo emocional, jurídico y social.
No obstante, al margen del temporal y sus dramáticas consecuencias, la archidiócesis de Valencia ya enfrentaba dificultades antes de la DANA. En total, Cáritas atendió en 2024 a 55.527 personas en el territorio. Y sus técnicos advierten de que, a raíz de la pandemia de la COVID-19, cada año aumenta más la marginalidad. «No es una situación puntual, sino el resultado de crisis concatenadas que debilitan los derechos y agudizan la exclusión», ha alertado Aranda.
El perfil mayoritario sigue siendo migrante. El 74 % de las personas acompañadas son extranjeras y el 60 % no tienen regularizada su documentación. Esto les impide el acceso a servicios básicos como la sanidad, la vivienda o el empleo formal, lo que convierte al origen y la situación legal en factores determinantes de exclusión.
La Memoria 2024 constata también una feminización creciente de la pobreza. El 75 % de las personas atendidas son mujeres, muchas de ellas solas y con hijos a cargo. Y cerca del 30 % del total son menores de edad. «Estamos acompañando a niños y niñas que crecen en contextos marcados por la privación y la inseguridad», ha señalado la secretaria general de Cáritas Valencia, Belén Lado.