La cruz - Alfa y Omega

La cruz

Martes de la 5ª semana de Cuaresma / Juan 8, 21-30

Carlos Pérez Laporta
Foto: Pixabay.

Evangelio: Juan 8, 21-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:

«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros». Y los judíos comentaban:

«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?». Y él les dijo:

«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que «Yo soy», moriréis por vuestros pecados». Ellos le decían:

«¿Quién eres tú?». Jesús les contestó:

«Lo que os estoy diciendo. desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre.

Y entonces dijo Jesús:

«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.

Comentario

Nosotros, por extraño que parezca, nos hemos acostumbrado a la cruz. Es bueno que la cruz forme parte de nuestra cultura, y que su simbolismo garantice la referencia a Dios. Pero no debemos dejar de pasar por alto el riesgo de su normalización: es un hombre muriendo abandonado en un madero. Como mínimo debería impactarnos la ostentación de tanto dolor. Y lo inmediato sería que nos obligase a bajar la vista.

Sin embargo, Jesús dice todo lo contrario, que mirando la cruz es como veremos a Dios: «Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que “Yo soy”, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». ¿Cómo podemos en la cruz ver a Dios, al que es? ¿Cómo podemos en la imagen de la muerte de Jesús ver la imagen de Dios?

Decía Orígenes que «la bondad de Cristo apareció más grande y más divina y verdaderamente en concordancia con la Imagen del Padre, cuando él se humilló llegando a ser obediente hasta la muerte y la muerte de cruz (Flp 2, 8), que si él se hubiera guardado celosamente como botín el ser igual a Dios (Flp 2, 6) y hubiera rechazado el llegar a ser esclavo para la salvación del mundo».

En la cruz aparece visiblemente para nosotros la imagen de Dios, porque aparece con claridad el amor que Dios nos tiene, que ha muerto por nosotros. Solo en la cruz le buscamos y lo encontramos, y vamos donde Él va, y no morimos en nuestros pecados.