La chica de enero por fin tiene un trabajo - Alfa y Omega

La chica de enero por fin tiene un trabajo

Del curso de arreglos y personalización de prendas de vestir puesto en marcha por Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres ha surgido un calendario para 2022 y una oportunidad laboral para Luz Marina

José Calderero de Aldecoa
Luz Marina (mes de enero) va a cumplir su sueño de dedicarse a la costura gracias a Cáritas. Foto: Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres.

Luz Marina es la modelo que sale en la página de enero de un calendario de 2022 y está iniciando los trámites para abrir, junto a su compañera Verónica, su propia tienda de personalización y arreglos de ropa en Cáceres. «Se va a llamar Entre dos, confección y arreglo y esperamos poder abrirla a finales de este mes», asegura en conversación con Alfa y Omega. Pero hace muy poco tiempo su vida era radicalmente distinta. Se dedicaba a la hostelería en el peor momento para dedicarse a este sector: la pandemia. «En marzo cerraron y nos fuimos todos a la calle». Una situación nada fácil para los trabajadores, y en concreto para ella, que tiene dos niñas pequeñas. «Gracias a Dios mi marido se dedica al ámbito de la alimentación y no perdió su empleo; si no, no sé qué hubiéramos hecho», asegura. El resultado fue que Luz Marina engrosó en la lista de lo que se conoce como paro de larga duración. Todavía hoy sigue en ella. Para dejar atrás esta situación, «cuando acabó el confinamiento me apunté a una empresa de trabajo temporal». Y fue ahí donde esta madre de familia de 45 años entró en contacto con Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres.

«Desde pequeña siempre me ha gustado el tema de la costura, y era a lo que me quería dedicar. El problema es que luego necesité dinero y me decanté por la hostelería», asegura. Pero durante su tiempo en el paro, Luz Marina decidió reconducir su carrera y mostró su interés por realizar un curso de costura o, directamente, entrar con alguna empresa dedicada a ello. Ocurrió lo primero. «Me llamaron de Cáritas porque habían lanzado el curso de arreglos y personalizaciones de prendas de vestir» en colaboración con Enkaster y con la cofinanciación del Fondo Social Europeo a través del Programa Operativo. «Es el primer curso que organizamos en el ámbito textil dentro del programa de Empleo. Son más frecuentes, por ejemplo, los de hostelería», explica María Pacheco, técnico del Programa de Empleo de Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres. «Ha sido fantástico, tanto el ambiente como la formación recibida para darle una segunda vida a la ropa usada. Realmente no hay muchas oportunidades en este sector, a pesar de que creo que sí hay demanda», asegura Luz Marina.

Junto a ella se apuntaron Verónica y otras 13 personas, quienes a lo largo del curso colaboraron en la personalización de un conjunto de prendas que habían sido donadas por Remudarte, una empresa de inserción creada por Cáritas Diocesana en noviembre de 2020. «Cuando acabamos el curso, la idea era hacer un desfile para dar a conocer los diseños y también a la empresa de inserción, pero al final nos quedamos sin tiempo para organizarlo», explica la técnico del Programa de Empleo. Entonces a Esther, la fundadora de Enkaster, se le ocurrió la idea de hacer unas fotos, así por lo menos se podía difundir por internet el trabajo hecho por las alumnas. A todos les pareció una buena idea. El trabajo se lo encargaron a los alumnos del ciclo de Iluminación, Captación y Tratamiento de Imagen del IES El Brocense, un instituto público que realizó la sesión fotográfica como parte del proyecto de voluntariado experiencial juvenil que oferta Cáritas a la juventud de Coria-Cáceres.

Fue a la propia María Pacheco a la que se le ocurrió la idea de hacer un calendario para 2022, viendo la calidad de las imágenes. «En realidad, es una forma de promoción. Y para que la gente tenga una visión diferente de las personas a las que atendemos en Cáritas». Ellos, que llevan años trabajando en el programa de empleo, todavía se encuentran con «empresarios que piensan que les vamos a mandar a trabajar a una persona alcoholizada o algo parecido. Hay muchos prejuicios sociales. Estas personas tienen talento, igual que cualquiera, y ahora es visible. Solo necesitan una oportunidad», concluye María Pacheco.