La Conferencia Episcopal denunciará a las entidades religiosas con anomalías en sus cuentas - Alfa y Omega

La Conferencia Episcopal denunciará a las entidades religiosas con anomalías en sus cuentas

Fran Otero
Foto: CEE

Transparencia total. Es la apuesta de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y no tiene marcha atrás. Es tal el convencimiento que su Oficina de Transparencia está dispuesta a poner en conocimiento de las autoridades civiles aquellas situaciones graves que se deriven de las cuentas de las entidades obligadas a rendírselas, siempre y cuando no se subsanen, y sin menoscabo de las actuaciones que deriven de la normativa canónica. Así se recoge en el Reglamento de Rendición de Cuentas para las Entidades Inscritas en el Registro de Entidades Religiosas de Ámbito Nacional, aprobado por la Asamblea Plenaria de la CEE el pasado mes de noviembre.

El documento establece que todas las entidades aprobadas por la CEE estarán sujetas a los mecanismos de vigilancia, control de cuentas y supervisión conforme al reglamento y que la encargada de ello es la Oficina de Transparencia y Rendición de Cuentas del episcopado. Por norma general, cada entidad deberá remitir a la CEE las cuentas de cada ejercicio económico y podrán ser requeridas para ampliar la información o aclaraciones. Cuando se reciban y analicen los datos, la Oficina de Transparencia emitirá un documento en el que conste dicha rendición, procediendo al registro y archivo. Y si lo estima oportuno, podrá realizar una serie de recomendaciones sobre las cuentas presentadas.

Además, el reglamento analiza de forma particular los casos de las asociaciones públicas de fieles, las fundaciones canónicas erigidas por la CEE y las asociaciones privadas.

Precisamente en el marco de la transparencia y la rendición de cuentas se enmarca la presentación este jueves, a cargo de la CEE, de la memoria justificativa anual que se entrega a la Administración, una acción a la que se han unido la creación de una Oficina de Transparencia, de un manual de inversiones financieras, de un protocolo para prevenir el blanqueo de capitales o del portal de transparencia, que se está replicando en todas las diócesis; y también del citado reglamento o el acuerdo con Transparencia Internacional.