La carta completa que una gitana española le ha entregado al Papa Francisco - Alfa y Omega

La carta completa que una gitana española le ha entregado al Papa Francisco

Colaborador
Foto: AFP Photo / Andreas Solaro.

Muy querido Papa Francisco: me llamo Maravillas Echevarría y soy gitana. Me dirijo a usted en nombre de la Pastoral Gitana en representación del grupo al que pertenezco.

Desde hace diez años participamos en los encuentros que la Conferencia Episcopal Española nos ofrece para formarnos y para integrarnos e implicarnos en nuestras diócesis. Pero es desde nuestro grupo local donde hemos descubriendo lo importante que es implicarnos y colaborar con nuestra Iglesia diocesana, especialmente en nuestro grupo. Es aquí donde he aprendido a afianzar mi fe y mi amor a Dios. El Señor me dice: «Hija, no te avergüences de dar la cara por mí, mi fuera te sostiene». Quiero expresarle el momento tan bonito que vivimos en el encuentro mundial de gitanos con usted en Roma, su acogida tan entrañable y tan viva. Cómo nos recordó aquella frase que su antecesor el Papa Pablo VI nos dijo en otro momento a los gitanos: «Estáis en el corazón de la Iglesia».

Nos gustaría que repitiera hasta la saciedad que realmente estamos en el corazón de la Iglesia española, que la vemos un poco enferma a lo que se refiere a la acogida de nuestros hermanos gitanos y gitanas en ella. Los gitanos somos puro corazón y sentimiento, somos gente con mucha fe.

Queremos expresarle nuestro cariño hacia usted. En nuestras reuniones siempre hablamos de su cercanía, de su predilección hacia los pobres, hacia los grupos más vulnerables, y esos somos nosotros. Muchos hermanos nuestros han ido dejando la Iglesia y se han pasado a otras confesiones por no haber encontrado su lugar, su espacio para expresar la fe. Y es que nosotros tenemos un modo de dirigirnos a Dios muy diferente al de los payos. Somos movimiento, somos puro corazón y lo expresamos con baile y con palmas. Deseamos de corazón que se nos quiera como somos, que se nos abran las puertas de las iglesias sin prejuicios que nada tienen que ver con el Evangelio y con el modo en que Jesús habla en el evangelio.

Queremos ofrecerle dos símbolos que tienen mucho que ver con nuestra cultura, con nuestro caminar itinerante a lo largo de la historia. Le ofrecemos la RAM, que es el bastón del patriarca, símbolo de la lay y la autoridad, como el que usted lleva a todos los sitios, con un Cristo en el que se apoya. Y la CESTA que ha sido uno de los modos de sustento de muchos de nosotros hasta hace unos años. Pero esta cesta quiere expresar nuestro deseo de unión, de entrelazarnos como hermanos que pertenecemos a un hermano mayor que es Jesús. Él nos llama a la unidad y a la fraternidad. Esta cesta tiene muchas vueltas, nudos, belleza…

Gracias Papa Francisco

Que Dios continúe bendiciéndolo, santidad. Lo esperamos en España

Atentamente

Maravillas Jiménez