La banca vaticana tuvo un beneficio de 32,8 millones de euros en 2024 y da 13,8 al Papa - Alfa y Omega

La banca vaticana tuvo un beneficio de 32,8 millones de euros en 2024 y da 13,8 al Papa

El Instituto para las Obras de Religión, tras una serie de reformas, es cada año más solvente. Lo que contrasta con el déficit de la Santa Sede

Rodrigo Moreno Quicios
Fachada exterior del Instituto para las Obras de Religión
Fachada exterior del Instituto para las Obras de Religión. Foto: Vatican Media.

El Instituto para las Obras de Religión (IOR) —anteriormente conocido como el Banco Vaticano— tuvo 32,8 millones de euros de beneficio neto en 2024. Es un 7 % más que en 2023. Lo ha revelado a través de un comunicado en el que ha subrayado los resultados cosechados y cómo son coherentes con los objetivos de esta institución, que presta servicio a más de 12.000 clientes vinculados a la Iglesia católica en más de 110 países.

Durante el año pasado, este ente gestionó 5.700 millones de euros en activos formados por depósitos, cuentas corrientes, gestión patrimonial y valores en custodia. Son 300 millones más que en 2023. Y en cuanto a su patrimonio neto, cuenta con 731,9 millones de euros, lo que supone un incremento de 64,3 millones respecto a hace dos años.

De acuerdo con el comunicado lanzado por el Instituto para las Obras de Religión, este aumento se ha logrado gracias al «aporte positivo del margen de interés, del margen de comisiones y del margen de intermediación, junto con un riguroso control de costes».

Además, para equipararse en solvencia y transparencia con otras entidades internacionales, el IOR ha implementado a lo largo de los últimos años una serie de controles, mejoras no financieras y contratación de perfiles especializados. También ha desarrollado una infraestructura digital. Todo ello ha permitido en conjunto que los indicadores de liquidez lo sitúen como una de las instituciones financieras más robustas del mundo.

Estos buenos resultados permitieron que el pasado 29 de abril de 2025 la firma de auditoría Mazars Italia certificara que el balance del IOR no presentaba incidentes y se lo remitiera a la Comisión Cardenalicia, quienes decidieron «distribuir al Papa un dividendo de 13,8 millones de euros, en línea con la misión del IOR de apoyar las obras religiosas y de caridad».

Sin embargo, los resultados del Instituto para las Obras de Religión (IOR) contrastan con los del Estado de Ciudad Vaticano. Un país que se descapitaliza año tras año, para el que la pandemia de la COVID-19 supuso un durísimo mazazo a los ingresos de los Museos Vaticanos que dependen de los turistas, con unas pensiones insostenibles según el propio Papa Francisco y que dedicó varias sesiones de las Congregaciones Generales —las reuniones de cardenales previas a la celebración del cónclave— a buscar soluciones para sus debilitadas cuentas.