Los cardenales abordan la situación económica de la Santa Sede antes del Cónclave - Alfa y Omega

Los cardenales abordan la situación económica de la Santa Sede antes del Cónclave

En 2023 el déficit del Vaticano ascendió a 83 millones de euros, cinco más que en 2022

Rodrigo Moreno Quicios
Los cardenales Luis José Rueda Aparicio y Rubén Salazar Gómez en su entrada el Vaticano
Los cardenales Luis José Rueda Aparicio y Rubén Salazar Gómez en su entrada el Vaticano. Foto: CNS / Kendall McLaren.

La séptima congregación general de cardenales, celebrada este miércoles como parte de las reuniones preparatorias del Cónclave, ha centrado su atención en uno de los asuntos más urgentes que enfrentará el futuro Papa: la situación económica de la Santa Sede. Según ha informado, Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, han participado 181 cardenales, de los cuales 124 tienen derecho a voto.

Durante la sesión matutina, los cardenales han abordado «los problemas y desafíos» financieros del Vaticano. Han tenido intervenciones destacadas quienes están al frente de los organismos de control económico. Entre ellos: el cardenal Reinhard Marx, coordinador del Consejo para la Economía; Kevin Joseph Farrell, responsable del Comité de Inversiones; y Christoph Schönborn, presidente de la Comisión de Supervisión del IOR, el banco vaticano.

A ellos se han sumado Fernando Vergez Alzaga, presidente emérito del Governatorato vaticano, y el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para la Caridad. En la segunda parte de la mañana, según Bruni, ha habido otras 14 intervenciones en las que se han abordado temas como «la eclesiología del Pueblo de Dios» y se ha descrito como una «herida» la creciente «polarización en la Iglesia y la división de la sociedad».

Según cifras adelantadas por La Repubblica, el déficit del Vaticano en 2023 ascendió a 83 millones de euros, cinco más que en 2022. A pesar de un leve aumento de las donaciones a través del Óbolo de San Pedro —que en 2023 alcanzaron los 48,4 millones de euros frente a los 43,5 del año anterior—, los ingresos continúan siendo insuficientes.

En una carta a los cardenales el pasado 20 de septiembre, Francisco ya advertía de esta situación. «Los recursos económicos al servicio de la Iglesia son limitados y deben gestionarse con rigor y seriedad para que no se desperdicien los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede», decía entonces.

Además, el Pontífice señalaba que se ha alcanzado «una mayor conciencia» de los límites económicos del Vaticano y urgía a continuar con las reformas emprendidas durante su pontificado.