La alcaldesa de Madrid renueva «la esperanza y el compromiso de promover la cultura del encuentro»
Como es tradición, la alcaldesa de Madrid ha renovado el Voto de la Villa en la fiesta de Santa María la Real de la Almudena. Manuela Carmena ha señalado que «vivimos momentos convulsos» y, como hace el Papa Francisco, ha apelado a «la esperanza y el compromiso de promover la cultura del encuentro»
Voto íntegro
Como alcaldesa de la ciudad, de todas las personas que habitan nuestro querido Madrid, es para mí un honor renovar en esta celebración, un año más, el Voto de la Villa.
Vivimos momentos convulsos en nuestro entorno, realmente nada fáciles. Momentos que necesitan elevar la mirada y acoger aportaciones como las del Papa Francisco, quien casi hace un año inició un nuevo ciclo de reflexiones con el tema central de la esperanza.
Desde ese principio esperanza hoy queremos expresar, tanto creyentes como no creyentes, nuestro voto, nuestro compromiso ante Ti,
La esperanza y el compromiso de acoger al que piensa de otro modo como alguien digno, merecedor de reconocimiento y respeto. Porque queremos seguir mirando con ojos de hermano y de conciudadano a todos los hombres y mujeres, mientras tejemos desde el orden de los valores una fraternidad universal.
La esperanza y el compromiso de promover la cultura del encuentro y la cultura de la paz, evitando el encasillamiento que polariza y excluye y que puede conducir a la fractura social.
La esperanza, asimismo, de poner energías para que no se agote nunca el compromiso de buscar y encontrar una gestión de los conflictos auténticamente pacífica, respetuosa y dialogante.
Cuando la Iglesia se define como católica, lo hace precisamente porque en su identidad está la universalidad, porque exige que todas las personas sean bienvenidas, con independencia de su origen, de sus opiniones o de su manera de entender la vida.
Que esa acogida universal, de reconocimiento fraterno, la sigamos teniendo en nuestra Villa con los que buscan refugio y protección, o con los que piensan de manera distinta. Y que eso pueda llegar a ser una seña de identidad de nuestra hermosa ciudad.
Queremos seguir construyendo y soñando con una ciudad que respire concordia y amistad, que cuide con primor del medio ambiente y defienda a los más vulnerables, que apueste por la ecología integral, la inclusión social y la convivencia en paz.
Esa es nuestra esperanza.
¡Que así sea!