Karekin II: «Nos hemos visto obligados a defendernos»
El catholicós de todos los armenios, Karekin II, pide al Grupo de Minsk «medidas más decisivas» para detener la guerra
Las operaciones militares llevadas a cabo por Azerbaiyán en la región de Nagorno Karabaj, «ignorando el acuerdo de alto el fuego», atestiguan que las negociaciones implementadas hasta ahora han fracasado. Así lo afirma Karekin II, catholicós de todos los armenios, en un mensaje enviado a la nación y que ha publicado la agencia Armenpress.
Ante este escenario, Karekin II pide a la comunidad internacional y a los estados involucrados en el Grupo de Minsk —organismo encargado por la OSCE de mediar en el conflicto— que tomen «medidas más decisivas» para prevenir «acciones azerbaiyanas que cuentan con la participación directa de Turquía y de mercenarios terroristas». El patriarca armenio insiste en que se les obligue «a detener la guerra y a buscar una solución final a través de negociaciones».
En el mensaje, el catholicós alude los bombardeos sobre población civil y los misiles misiles lanzados a la catedral de Shushi. «La guerra no es una elección de nuestro pueblo. Nos hemos visto obligados a defendernos como única forma de preservar nuestra vida, libertad y dignidad frente a la violencia y la brutalidad». Karekin II también pide a todos los armenios de todo el mundo que «continúen nuestros esfuerzos, encaminados al reconocimiento internacional de la República de Artsaj».
Un conflicto histórico
La región de Nagorno Karabaj «pertenece al pueblo armenio y su población es de armenios cristianos». Fue Stalin, en 1921, «quien decidió que esta parte de Armenia tenía que pertenecer a Azerbaiyán», explica el padre Shnorhk, representante de la Iglesia apostólica armenia en Madrid. Fue con la caída de la Unión Soviética cuando los habitantes de esta zona pidieron salir del país. «A las manifestaciones pacíficas, los azeríes reaccionaron y Arstaj decidió luchar por sus raíces. La guerra empezó en 1989 y duró hasta 1994». La comunidad internacional presionó para que cesara el fuego y se llegase a un acuerdo, que desembocó en una república independiente, aunque no reconocida. «Aún así, ha habido pequeñas guerrillas siempre. En 2016 hubo un ataque más cruento, pero no continuó. Y así hasta hoy, que Turquía quiere ampliar su zona de influencia», añade el sacerdote armenio.