José María Villalón: «Pidieron a mi mujer licencia de transporte escolar»

Usted llega a la presidencia de la Federación Española de Familias Numerosas después de décadas vinculado al mundo asociativo de esta realidad. ¿Cree que están suficientemente valoradas en España?
Como cualquier realidad humana, la familia no está exenta de responsabilidades, sufrimientos y contradicciones de todo tipo. A menudo la recluimos en el ámbito privado, como si no tuviera mucha influencia en la sociedad; pero es un tesoro con un gran poder de cohesión social y un papel fundamental en el sostenimiento demográfico de la misma. Creo que la familia está reconocida socialmente y, de hecho, es la institución social más valorada por los ciudadanos. Sin embargo, hay que seguir trabajando para que haya un mayor reconocimiento a todo aquello que aportan las numerosas.

¿Cuál es la aportación específica que hacen?
En una sociedad como la nuestra, cada vez más envejecida y con un sistema, en consecuencia, más difícil de sostener, son un elemento de gran valor porque aportan capital humano, que es un auténtico motor de desarrollo económico y social. Además, en ellas se dan una serie de valores que no son exclusivos pero sí muy habituales y que son muy positivos para la sociedad.

Si en su labor al frente de la federación solo pudiera obtener de las Administraciones públicas o de la sociedad una sola reclamación, ¿cuál sería?
Como recordó mi predecesor en su comparecencia hará un par de semanas en el Senado, uno de los principales problemas a los que se enfrentan hoy en día las familias españolas es el de la conciliación. La falta de tiempo es una de las razones por las que parejas que desearían tener más hijos al final deciden no tenerlos; o simplemente no pueden cuidar mejor a los que ya tienen en unas condiciones aceptables en cuanto a la calidad de vida. Por eso, si solo pudiera obtener una cosa, sería que los padres y madres de familias numerosas puedan pasar más tiempo con ellas.

¿Por qué decidieron usted y su mujer meterse en esta aventura de tener una descendencia tan grande?
Siempre hemos estado abiertos a la vida. Los hijos van llegando poco a poco. Primero tienes uno, y te parece un mundo; pero aprendes cosas que te ayudan con el siguiente y con el otro… Poco a poco vas viendo que, ya fueran un hijo o doce, todos serían bienvenidos.

Deporte y amor

Médico del Atlético de Madrid desde hace casi tres décadas, el doctor Villalón señala que tanto en un equipo de fútbol como en una familia la clave está en «asumir que no todo depende de uno y que hay que trabajar en equipo», mostrando apoyo mutuo «en las buenas y en las malas». También, mientras que en el deporte mandan «los minutos que uno pasa en el campo», en el hogar «no hay vara de medir, pues se basa en el amor incondicional».

Alguna vez se habrá arrepentido de que haya tanto jaleo en casa…
¡Sin duda! Ser muchos es una alegría, pero también a veces constituye un lío logístico. Pero en nuestra casa todos ayudan. Hay mucha contribución de los hijos para que la dinámica familiar funcione. Si falla, esto se rompe y por eso es preciso que haya autoexigencia en casa.

Como padres de familia numerosa, ¿qué ha sido lo más pintoresco que les han dicho por la calle?
Una mañana de camino al colegio, en la furgoneta, Mariola, mi mujer, llevaba a siete de nuestros niños y la paró la Guardia Civil pidiéndole la licencia de transporte escolar. Ella, asombrada, le explicó que todos los que había dentro del vehículo eran hijos suyos. El guardia civil entonces llamó a su compañero, atónito. Uno de los niños les dijo que todavía faltaban cinco más, a los que llevaba su padre. Los agentes se quedaron estupefactos y hasta pararon el tráfico para dejarles paso. ¡Menos mal que iban todos bien atados con el cinturón de seguridad y en su sitio!

Después de tantos años, ¿qué le diría a una pareja que está dudando si tener o no un hijo, o que quizá no se atreve a tener otro más, «tal y como están las cosas»?
Creo que les hablaría desde mi experiencia personal, en la que cada hijo ha sido un regalo maravilloso para mi mujer y para mí; y de que no me arrepiento al volver la vista atrás. Sé que no es fácil ser familia numerosa, pero cuantas más parejas haya que quieran serlo, más ayudas directas e indirectas a la familia y a la maternidad estaremos en disposición de conseguir.