Jesús Sanz, ante el encierro de trabajadores en las iglesias: «Comprendemos su dolor»

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha asegurado que no pedirá la intervención de la Policía para desalojar a los trabajadores que se han encerrado en las iglesias de La Felguera y San Antonio de Padua de Avilés para pedir ayudas ante el cierre de sus negocios durante la pandemia.

«No seré yo como arzobispo quien reclame la actuación policial para proceder a un desalojo. No lo haré, como nunca lo hemos hecho en nuestra Iglesia diocesana en otras ocasiones», ha confirmado el prelado en un comunicado difundido este lunes.

«Las puertas de la Iglesia no se cierran nunca a quienes sufren por cualquier motivo, y no queremos cerrarlas precisamente cuando más se necesita la ayuda de la fe, el compromiso de la caridad y la fortaleza de la esperanza», ha añadido.

Justa reclamación

Monseñor Sanz Montes reconoce que, a pesar de que «son muchos los que vienen a nuestras iglesias para encontrar lo que necesitan en estos tiempos duros que nos ponen a prueba», en esta ocasión «nos hemos visto sorprendidos por quienes piden una ayuda para reivindicar en su precariedad laboral y situación desesperada, las derivas que está teniendo en sus trabajos y establecimientos comerciales esta pandemia».

En cualquier caso, el arzobispo asegura en el comunicado que «comprendemos su dolor y tratamos de hacerlo nuestro». Y añade: «Nos hacemos solidarios de la justa reclamación de estos trabajadores que sufren en la carne propia de sus familias, sus puestos laborales y pequeños comercios, la deriva de una política a veces improvisada en sus medidas, mal orientada en sus soluciones dadas y de imprevisibles consecuencias para tantas personas».

En este sentido, Sanz Montes desea que las autoridades políticas y sanitarias, «en un momento comprensible de extrema dificultad, acierten con las medidas adecuadas para bien de toda la sociedad» y expresa su «respeto para que entre todos logremos encontrar el camino justo».

Medidas de seguridad

Por último, el arzobispo de Oviedo pide a los trabajadores encerrados en los templos «mesura» a la hora «de observar la medidas de seguridad (mascarillas, hidrogeles, limpieza desinfectante, aforos, etc.), para no poner en riesgo la salud de nuestros fieles cristianos» y también ser «respetuosos con quienes acuden a las iglesias por motivos estrictamente religiosos y humanitarios».