Irán condenó a 96 cristianos a 263 años de cárcel en 2024 - Alfa y Omega

Irán condenó a 96 cristianos a 263 años de cárcel en 2024

El informe La punta del iceberg de Article 18 denuncia que las penas se han multiplicado por seis respecto al año anterior y ofrece una radiografía de «las esquinas más oscuras del sistema judicial»

María Martínez López
Ghazal Marzban y Morteza Mashhoodkari son dos cristianos que han estado en la cárcel en 2024
Ghazal Marzban y Morteza Mashhoodkari son dos cristianos que han estado en la cárcel en 2024. Foto: Article 18.

La libertad religiosa de los cristianos en Irán está sufriendo una «aguda regresión», según un informe dado a conocer esta semana. En 2024, 96 creyentes —sobre todo conversos del islam— fueron condenados en la República Islámica a penas que suman 263 años de cárcel. Este dato supone seis veces más (en cuanto a los años de cárcel totales) que el año anterior, cuando 22 creyentes fueron condenados a 43,5 años.

Así lo desvela el informe La punta del iceberg dado a conocer el pasado lunes por la organización Article 18 con aportaciones de otras organizaciones del ámbito protestante como Puertas Abiertas, Christian Solidarity Worldwide y Middle East Concern. Los autores señalan que el enorme incremento se debe en parte «al pico de detenciones en la segunda mitad de 2023», cuyas víctimas fueron juzgadas al año siguiente.

Pero también se relaciona con un aumento significativo de las condenas a penas largas de prisión. Por ejemplo, cinco acusados fueron condenados a más de diez años y, en un caso, a 15. Esto hace que el promedio de las condenas sea de dos años y medio en vez de algo menos de dos años, como en 2023.

Una vez más, este endurecimiento se enmarca en el aumento de la represión tras las protestas por la muerte en septiembre de 2022 de Jina Mahsa Amini. Fallecida por las heridas sufridas a manos de la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo islámico, su caso suscitó el surgimiento del movimiento Mujer Vida Libertad.

Donativos bajo sospecha

Además de las condenas contra 96 cristianos, otras tendencias en la persecución durante el año pasado fueron la confiscación de sus propiedades y el control de sus finanzas, las detenciones y los interrogatorios exhaustivos a sus abogados. El objetivo de estas investigaciones es obtener pruebas de supuestas fuentes de financiación extranjeras o del sostén de entidades o instituciones foráneas.

Este supuesto apoyo implica penas de hasta diez años de prisión. Amenazándolos para atemorizarlos y que prescindan de donativos del exterior «se los aísla y mina», como «parte de una estrategia más amplia para suprimir su crecimiento e influencia».

300 casos en Teherán en 15 años

El informe también saca a la luz información inédita sobre persecución religiosa a raíz de la filtración de tres millones de casos juzgados entre 2008 y 2023 en la región de Teherán. Los archivos van «desde casos penales que implican a ciudadanos comunes» a los que afectan a «presos políticos o religiosos». De ellos, al menos 300 implicaban a miembros de la minoría cristiana.

El 58 % de estos casos eran desconocidos para los autores del informe, a pesar de estar especializados en este tema. Esto, y el hecho de que a ellos les constan otros 37 casos adicionales no presentes en los documentos son indicios de cómo «estos casos son solo la punta del iceberg», el concepto que da título al informe.

En su segunda parte, el informe analiza estos casos y extrae de ellos algunas claves. Una de ellas es cómo se criminaliza a los cristianos al tratarlos como una «amenaza» para la seguridad y al condenar la promoción de sus ideas. Por ejemplo, se los acusa de forma sistemática por prácticas religiosas comunes como cantar himnos en sus celebraciones.

Al mismo tiempo, se los denomina «secta» y se trata la Biblia como un producto de contrabando, de forma que su sola posesión se considera prueba de culpabilidad. Además, en los procesos, con frecuencia se les pregunta en detalle por sus creencias solo para obligarlos a retractarse. Se trata de una radiografía que «arroja luz sobre las esquinas más oscuras del sistema judicial de la República Islámica».

Contra los conversos

En Irán, los cristianos constituyen un grupo de 300.000 personas entre los 86 millones de habitantes del país. La mayoría son de comunidades tradicionales como los armenios, los asirios y los caldeos, que suman el 90 % de los creyentes y que en principio están protegidas legalmente.

Otras mucho más minoritarias están compuestas por protestantes conversos del islam. Esto hace que estén mucho más perseguidos, en relación con su proselitismo entre musulmanes. Los cristianos en general no llevan a cabo actividades misioneras e incluso tienen problemas a la hora de practicar la fe en privado.