Ibidemagogia - Alfa y Omega

«La Iglesia es la gran bienhechora de nuestra sociedad contemporánea».

«Ha sido pionera en hacer el bien a lo largo de la Historia, con escuelas, hospitales, obras de caridad de todo tipo», y sigue siendo «la principal bienhechora de la sociedad en múltiples campos. Cuando alguien no tiene para comer hoy, acude a la Iglesia, y la Iglesia católica ofrece a todos (sin que tengan que mostrar ningún carnet) la ayuda que está a su alcance». Lo escribe el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, que denuncia «las mentiras» que se están diciendo «con intención de contaminar la opinión pública».

No existen los famosos privilegios. La Iglesia «no recibe ninguna partida presupuestaria del Estado, y lo que recibe por el cauce de la X proviene directamente de los contribuyentes que así lo manifiestan libremente, y que cada vez son más», añade el obispo. Cuando el Estado concede una ayuda a «los colegios concertados, no se la da a la Iglesia, sino a los padres que tienen derecho a que el Estado subvencione la educación de sus hijos, como subvenciona la escuela pública». Igual que cuando aporta una cantidad a «una residencia de ancianos, no es ayuda a la Iglesia, sino al anciano que tiene derecho a ser atendido». Así y todo, por uno y otro concepto, cada plaza en una escuela o en una residencia católica le supone al Estado un ahorro, respectivamente, del 40 y del 50 %.

«Sobra demagogia y falsedad», en una campaña que «pretende relacionar a la Iglesia con un sistema de privilegios», denuncia la COPE en un editorial. Día sí, día también, aparece un Ayuntamiento que anuncia que va a poner fin a las exención del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del que goza la Iglesia. Zamora, seguida por otras capitales castellano-leonesas y madrileñas, anuncia que la Iglesia tendrá que empezar a pagar… Los medios de comunicación locales hacen encuestas a pie de calle en la que los ciudadanos exigen que se acabe con los privilegios clericales, y la Iglesia arrime el hombro frente a la crisis… El movimiento 15-M ocupa un edificio del Obispado de León, para exigir que se le dé un uso social… Partidos y sindicatos, acostumbrados, estos sí, a vivir del erario, piden cuentas a la Iglesia en nombre de la justicia social

Demagogia. Pero, a la hora de la verdad, ningún Ayuntamiento ha cobrado el IBI a la Iglesia, explica el Vicesecretario General de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, don Fernando Giménez Barriocanal. En declaraciones a Hispanidad.com, afirma que eso sería «simplemente imposible», ya que la exención viene amparada por la ley de Mecenazgo, de rango estatal, que ampara también a fundaciones, asociaciones de utilidad pública, ONGs, federaciones deportivas, otras confesiones… «Ese régimen fiscal prevé una serie de exenciones de aquellos bienes en los que se desarrollen explotaciones económicas». Caso distinto, por tanto, es el de propiedades eclesiásticas en las que sí se desarrollan esas actividades, y que ya pagan el IBI. O el pago de tasas de carácter municipal, como la basura, que no contemplan exenciones.

La Iglesia no goza de «ningún derecho especial», dijo el lunes, en declaraciones a la prensa, el cardenal Rouco, que participó en Cádiz, en un simposio sobre la Constitución de 1812. Si se cambia la ley, la Iglesia, como las demás organizaciones sin ánimo de lucro, pagaría. Pero el arzobispo de Madrid duda que eso fuera beneficioso para la sociedad, ya que lastraría la obra social. Ahora bien: «La generosidad de los fieles es muy grande», cree. La de los fieles, y la de los pastores. En Zamora, sometida la Iglesia a una feroz e injusta crítica, el obispo, monseñor Gregorio Martínez Sacristán, opta por poner la otra mejilla, y anima a sus sacerdotes, la mayoría ni siquiera mileuristas, que donen a Cáritas su paga extraordinaria. Mientras, las bofetadas siguen.