Guía para promover parroquias ecológicas - Alfa y Omega

Guía para promover parroquias ecológicas

Ricardo Benjumea
Foto: Jesús Tijerin/SIPSE

«Solo se va más rápido, pero juntos se va más lejos». Javier Sánchez, de la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES), echa mano de un proverbio africano para resaltar la importancia de Enlázate por la Justicia, iniciativa puesta en marcha en 2012 por Cáritas, CONFER, Manos Unidas y Justicia y Paz, además de REDES, que engloba a unas 50 ONG católicas para el desarrollo. Hace cuatro años se pusieron las bases de un trabajo en común que se concretó en junio de 2016 con el lanzamiento de la campaña Si cuidas el planeta, defiendes la justicia. A lo largo de dos años, el objetivo es promover estilos de vida más austeros, solidarios y respetuosos con el medioambiente.

«Fue una coincidencia providencial la publicación entretanto de la encíclica Laudato si», asegura Sánchez. El éxito de las dos cumbres mundiales dedicadas a finales del pasado año respectivamente al desarrollo sostenible y al clima rema también a favor de esta campaña. A diferencia de los Objetivos del Milenio, que marcaron una serie de metas para la erradicación de la pobreza antes de 2015 en los países en desarrollo, los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son vinculantes para todos, países ricos y pobres, en aspectos como la reducción de la desigualdad interna o de la contaminación. Cada gobierno debe presentar a la ONU unos indicadores mediante los cuales poder ser evaluado, y ahí el tercer sector tiene una importante capacidad de presión. Al actuar unidas, las principales entidades católicas tienen más capacidad de influir, resalta Javier Sánchez, uno de los responsables del área de incidencia política.

Los próximos meses serán decisivos. Tras un año en funciones, el Gobierno español debería confeccionar cuanto antes esa lista de indicadores al PNUD para que pueda ser aprobada en 2018. Además, Enlázate por la Justicia va a pedir que se rescate «de algún cajón del Ministerio de Presidencia desde 2014» el Plan Nacional de Empresa y Derechos Humanos que, por mandato europeo, tendría que haber sido transpuesta al ordenamiento jurídico español para encauzar la actuación de nuestras compañías en el mercado global.

Simultáneamente, dentro de esta campaña «vamos a trabajar en una guía de ecoparroquias. Se trata de iniciativas sencillas, que una comunidad parroquial puede hacer, y muchas de hecho hacen ya». Se abarcará desde el consumo de productos de comercio justo a una revisión crítica de los estilos de vida, «incidiendo en la necesidad de una mayor austeridad», unida a una concienciación sobre el reciclaje de la basura, el uso de transporte público o la sensibilización sobre el impacto del desperdicio de alimentos. Todo ello, mientras «trabajamos codo con codo con un equipo sobre teología de la creación que se ha creado en la Conferencia Episcopal», concluye Javier Sánchez.