Gentes: Rómulo Marín, seminarista (en Buenanueva) - Alfa y Omega

Fui marxista revolucionario; me dediqué a poner bombas caseras y aprendí el manejo de armamentos. Hoy, cuando alguien me habla de comunismo, le hablo desde mi experiencia: la respuesta a los problemas del mundo no está en el cambio de estructuras sociales y políticas, sino en el corazón del hombre. Sólo podemos ser felices en el encuentro con Dios, y nunca a través de la violencia.