Los movimientos islamistas, en realidad, son movimientos posteriores a la Ilustración. Saben que las utopías humanistas, que habían sustituido a la fe religiosa, se han derrumbado. Somos occidentales fanáticos del confort y del supermercado. Las diversiones nos han ablandado.
Los terroristas de París, del 11 de enero, estaban perfectamente integrados, pero integrados en la nada. Un joven no busca sólo razones para vivir; también y sobre todo busca razones para dar su vida. Ahora bien, ¿todavía hay razones en Europa para dar la vida? ¿Qué cosa importante tenemos que expresar? ¿Qué Buena Nueva tenemos aún que anunciar al mundo?