Gentes: Arancha Quiroga, Presidenta del Parlamento vasco
Para oponerse al aborto no hace falta ostentar credo religioso alguno, sino sólo aceptar la inviolabilidad absoluta e irrenunciable de la vida humana. No se trata de relativismos, ni de la libertad de la mujer sobre su cuerpo, sino de la obligación que tenemos todos de proteger la vida de un ser humano.
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