Fundación Madrina alerta de un «estallido social» en seis meses

La crisis económica ha multiplicado por 175 las necesidades de abastecimiento básico de las familias pobres, y desde septiembre el 30 % de la población española se encuentra en riesgo de caer en pobreza por primera vez, por la falta de empleo y la ausencia de ayudas sociales. Son datos que ha hecho públicos la Fundación Madrina, que afirma que, aunque muchas fundaciones e instituciones caritativas están haciendo de «auténticos amortiguadores sociales», en realidad «esto se acaba».

Desabastecimiento y delincuencia

Los bancos de alimentos y suministros están ya «exhaustos y sin reservas» después de ocho meses de abastecimiento extra y continuo desde el inicio de la pandemia. Si esta situación continúa, «en seis meses habrá un estallido social por el aumento de la delincuencia», avisa Madrina, ya que los hogares más vulnerables «están acudiendo a las colas del hambre desde el minuto cero».

La fundación advierte del aumento de depresiones, separaciones, abandonos de madres con hijos, situaciones de suicidio, falta de asistencia sanitaria y de alimentación, falta de ropa, de hogar, niños en la calle… «Estamos atendiendo a familias que comen pan y agua durante semanas, sin empleo y sin ayudas, sin dinero para el transporte, y sobre todo sin hogar porque deben hasta seis meses de alquiler. Hay cada vez más familias y parejas jóvenes con bebés sin nada. Y se han contenido varios intentos de suicidio, aunque tenemos que contabilizar uno», afirma el informe.

Abuso sobre mujeres y niños

En los próximos meses, aumentará el 50 % la pobreza infantil, denuncia asimismo la Fundación Madrina. Además, durante la primera ola de la pandemia aumentó en España el riesgo de mortalidad materno-infantil con los centros de salud permanecieron cerrados para seguimiento ecográfico, y hubo muchos partos al séptimo mes de embarazo por el estrés del confinamiento.

Actualmente, el riesgo de pobreza infantil está aumentando a un ritmo del 12 % cada mes, debido al crecimiento de situaciones de calle por impago de alquileres, lo que obliga a muchas familias a separarse de sus hijos por el temor de perderlos por los servicios sociales. «Cada día recibimos el aviso de al menos dos familias con hijos menores de 3 años en situación de calle», dice la fundación.

En esta situación, se está negando el alquiler a mujeres gestantes o con hijos a cargo, porque los propietarios temen que no puedan hacer frente a los pagos. Junto a ello, está aumentando el número de «mujeres jóvenes solas que sufren violencia y son obligadas a intercambiar sexo a cambio del pago del alquiler». Esta situación no solo afecta a las mujeres, pues la fundación alerta de «un aumento del riesgo de abuso de menores» por el aumento de los hacinamientos.

La Administración, cerrada

La falta de funcionamiento de las administraciones públicas «está agravando esta situación de crisis», afirma el informe, que achaca al vacío administrativo el 10 % de las situaciones de calle.

«Miles de personas están perdiendo su trabajo al no poder renovar los NIE o DNI a tiempo; se retrasan los ingresos por paro; no hay citas en extranjería; miles de personas y menores han perdido sus derechos sanitarios y sociales. Un 15 % de la población carece del derecho al empadronamiento y la mitad no es atendida en los centros de salud ni en los hospitales». Además, los «ERTE se transformarán en ERE probablemente en un 50 % próximamente», lamenta la Fundación Madrina.

Ante esto, el Estado «solo realiza guiños con una ingeniería social ajena a una realidad general que cambia cada semana, y con anuncios de ayudas fantasmas que nunca llegan», continúa el informe, que incide en la «precarización» de las ayudas sociales, pues el Ingreso Mínimo Vital «es temporal y solo llega al 50 % de las familias en nueva pobreza».