Francisco pide acudir a los santos en el día de su fiesta porque «son nuestros amigos» - Alfa y Omega

Francisco pide acudir a los santos en el día de su fiesta porque «son nuestros amigos»

Para el Papa, la santidad es un regalo y un camino. Considera a los santos «inmejorables compañeros de escalada»

Rodrigo Moreno Quicios
El Papa saluda a los fieles. Foto: CNS.

«La santidad es un regalo de Dios que hemos recibido con el Bautismo, si lo dejamos crecer puede cambiar completamente nuestra vida», ha dicho el Papa Francisco desde el balcón del Palacio Apostólico tras el rezo del ángelus en la solemnidad de Todos los Santos. «Por eso los santos no son héroes inalcanzables o lejanos, sino personas como nosotros, nuestros amigos, cuyo punto de partida es el mismo don que hemos recibido», ha añadido.

«Si pensamos, seguramente hayamos encontrado ya algún santo de la puerta de al lado, personas generosas que con la ayuda de Dios han correspondido al regalo recibido y se han dejado transformar día a día por la acción del Espíritu Santo», ha señalado Francisco, quien ha invitado a fijarse en la alegría de estas personas. «La santidad es un regalo ofrecido a todos para una vida feliz».

Según el Papa, «cada regalo lleva consigo la responsabilidad de agradecerlo y la invitación a esforzarse para que no se desperdicie». Y en el caso de la santidad, el propio Concilio Vaticano II «afirma que todos los bautizados han recibido la misma llamada a mantener y perfeccionar con su vida la santidad que han recibido». Una observación que lleva a la segunda parte de su prédica, en la que ha señalado que, aparte de un regalo, «la santidad es también un camino que hacer juntos, ayudándonos los unos a los otros y unidos a los inmejorables compañeros de escalada, que son los santos».

«Nuestros hermanos mayores»

Francisco ha definido a los santos como «nuestros hermanos y hermanas mayores, con quienes siempre podemos contar». «Ellos nos sostienen y, cuando en el camino nos equivocamos de ruta, con su presencia silenciosa no dejan de corregirnos». También los ha descrito como «amigos sinceros de los que nos podemos fiar porque quieren nuestro bien». Y aunque corrijan al que se equivoca, «no nos apuntan con el dedo ni nos traicionan jamás».

Los santos también pueden servir de ayuda a los católicos porque «en su vida encontramos un ejemplo, en su oración recibimos ayuda y en la comunión tejemos un vínculo de amor fraterno». Según el Papa, «con ellos formamos una gran familia en camino», la Iglesia, hecha de hombres y mujeres de todos los idiomas, condiciones y procedencias, unidos por un mismo origen, el amor de Dios, y encaminados a la misma meta, la plena comunión con Él». Aunque con una diferencia: «Ellos ya han llegado al Paraíso y nosotros estamos de camino».

Oraciones por Ucrania, Palestina e Israel

Tras el rezo del ángelus con los peregrinos en la plaza de San Pedro, Francisco ha recordado que el 2 de noviembre celebrará una Misa en el cementerio de caídos en la Segunda Guerra Mundial de la Commonwealth. Y ha pedido oraciones «por las poblaciones que sufren la guerra hoy». Ha nombrado a «la maltratada Ucrania, Palestina, Israel y tantas regiones donde la guerra es demasiado fuerte».