Francisco pide a la comunidad internacional que no se olvide de Myanmar
El país está bajo el yugo de la dictadura militar que tomó el poder por la fuerza en febrero de 2021. Desde entonces, la violencia no ha cesado y los birmanos son cada vez más pobres
«¿Estoy haciendo algo por los ucranianos?». Francisco ha invitado a cada uno a plantearse esta pregunta y, una vez más, a no olvidar la invasión de Ucrania y al «martirizado pueblo ucraniano». Porque hay otros conflictos de los que el mundo ya ha relegado al cajón del olvido y no son precisamente tan lejanos en el tiempo. Un ejemplo claro es Myanmar, país que vive sumido en las tinieblas de la dictadura militar que el 1 de febrero de 2021 tomó el poder por la fuerza.
Por eso, el Papa Francisco, que visitó el país cuando su incipiente democracia era más cuestionada debido al trato a la etnia rohinyá, este domingo ha recordado que desde Myanmar hay muchas personas que no tienen ni para comer. El golpe militar y la pandemia han privado de lo básico a millones de birmanos. «Me llega el grito de dolor de muchas personas que carecen de ayuda humanitaria básica y se han visto obligadas a dejar sus casas porque han sido quemadas y para huir de la violencia. Me uno al llamamiento de los obispos de aquella amada tierra para que la comunidad internacional no se olvide de la población birmana y para que la dignidad y el derecho a la vida sean respetados, así como los lugares de culto, los hospitales y las escuelas».
Tras el rezo del Ángelus Francisco ha celebrado la beatificación de los 27 mártires dominicos que se celebró este sábado en Sevilla. Ha reconocido que su testimonio de «adhesión a Cristo y de perdón hacia sus asesinos nos muestran el camino de la santidad y nos dan fuerzas para hacer de la vida un regalo de amor a Dios y a los hermanos».
Por último, también Francisco ha recordado que la semana próxima comienza el X Encuentro Mundial de las Familias que se llevará a cabo en todo el mundo de forma simultánea y descentralizada. Los eventos principales tendrán lugar en Roma, pero no congregarán a multitudes sino a representantes de la pastoral familiar de las conferencias episcopales del mundo y a familias que, presumiblemente, serán todas italianas. El Papa inaugurará el miércoles 22 por la tarde el Festival de las Familias en el Aula Pablo VI y presidirá la Eucaristía conclusiva el sábado 25 por la tarde en la plaza de San Pedro. El domingo 26, durante el rezo del Ángelus, hará el envío de familias en misión.
«Es necesario comer y dar de comer»
Antes de dirigir la oración mariana de esta solemnidad del Corpus Christi, el Santo Padre ha explicado que «en la Eucaristía cada uno puede experimentar esta amorosa y concreta atención del Señor». La Eucaristía sacia y alimenta del mismo modo que los panes y los peces lo hicieron con la multitud que seguía a Jesús y de la que el Señor se preocupó dándoles de comer. Por ello, el Papa ha insistido en que Dios se hace cargo de todas nuestras necesidades, incluso «las más elementales». De ahí que Francisco haya explicado que la Eucaristía no es algo abstracto o vago, sino que encuentra su sentido precisamente en las situaciones difíciles de la vida cotidiana y «cuando cuidamos del prójimo, como hace Jesús». «En torno a nosotros hay hambre de comida, pero también de compañía, de consuelo, de amistad, de buen humor, de atención. Esto encontramos en el Pan eucarístico: la atención de Cristo a nuestras necesidades, y la invitación a hacer lo mismo hacia quien está a nuestro lado. Es necesario comer y dar de comer», ha concluido.