Francisco anima «a combatir decididamente» a la mafia - Alfa y Omega

Francisco anima «a combatir decididamente» a la mafia

Ha escrito una carta con motivo del 30 aniversario del coche bomba con el que la mafia destrozó San Juan de Letrán

Redacción
Fachada de la basílica de San Juan de Letrán. Foto: Carlos Y.

Francisco ha enviado un mensaje por el 30 aniversario del atentado contra San Juan de Letrán que leyó anoche durante la manifestación en recuerdo y protesta organizada por la diócesis de Roma junto a las autoridades de la ciudad y la Asociación Libera, organización que combate a la mafia y fundada en 1994 por el sacerdote Luigi Ciotti. El acto se organizó exactamente a la misma hora en la que estalló el coche bomba preparado por la mafia frente a la catedral de Roma, las 00:03.

«En aquellos años oscuros de la historia social de la querida nación italiana, marcados por graves actos de violencia contra instituciones y servidores del Estado, la población experimentó un sentimiento de impotencia frente a una insensata opresión perpetrada en perjuicio del país y, sobre todo, de los menos favorecidos, en contextos probados por tanta pobreza humana y material», escribe Francisco sobre el ataque que califica de «vil gesto».

Evocando la memoria de aquellos años duros para el país, invita a todos los ciudadanos a poner de su parte y elogia a quienes han defendido los valores de la democracia, la justicia y la libertad. Francisco también recuerda las palabras de Juan Pablo II del 9 de mayo de 1993 en Sicilia cuando en Agrigento, en la misa en el Valle de los Templos, condenó a la mafia y deseó «una civilización de la vida» para el pueblo siciliano. Para seguir edificando esa civilización Francisco exhorta a «combatir decididamente las numerosas formas de ilegalidad y opresión que, por desgracia, todavía atenazan a la sociedad contemporánea. Está en juego el bien común y, sobre todo, el destino de las categorías más frágiles, los últimos, aquellos que sufren injusticias de todo tipo». Por ello, el Papa se dirige especialmente a los jóvenes, para que tengan el valor de osar sin temor porque «las mafias, recordemos, hunden sus raíces cuando el miedo se apodera de la mente y el corazón». Les dice que están llamados a encabezar «el cambio de mentalidad» y a ser «un destello de luz en las tinieblas y un testimonio de libertad, justicia y rectitud».

Por último, el Pontífice desea que los responsables civiles y eclesiales trabajen para construir esa «nueva humanidad» a la que ya se refería Juan Pablo II. Francisco firma esta carta desde la basílica de San Juan de Letrán.