Exposición con motivo del Año de la fe, en Albacete: Fides, una catequesis plástica
No es fácil evangelizar a través del arte, en un mundo tecnológico, pero esto es lo que se propone la diócesis de Albacete con una exposición de primera calidad artística, que lanza un mensaje evangelizador, claro, cercano y comprensible por todos: Fides
Monseñor Ciriaco Benavente, obispo de Albacete, califica la exposición Fides como «una catequesis plástica para acercarse al misterio de la fe». Catequesis en su sentido más original, es decir, esa formación e introducción en la vida de fe después de recibir el kerygma: «Para introducir a todo el cuerpo eclesial en un tiempo de especial reflexión y redescubrimiento de la fe», a pocos días de la clausura del Año de la fe.
Fides
Este primer apartado de la exposición introduce al visitante en el mundo de la fe y su representación pública. Desde lo más simbólico de unas alegorías de la fe -una mujer con los ojos vendados: la fe es creer sin ver-, a su manifestación pública, como el sarcófago de Hellín, o la hermosísima Custodia de Yeste.
Porta fidei
«La puerta de la fe, que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros», explicaba Benedicto XVI en la Carta apostólica Porta fidei, con la que convocó el Año de la fe. Esto nos remite al sacramento de iniciación por excelencia, el Bautismo. En la exposición, encontramos la pila de Sotuelamos, una joya del siglo XIII, además de una rareza de esas poco habituales de contemplar: el primer libro de Bautismos del que se tiene constancia en la diócesis, el de la parroquia de Santa Catalina de El Bonillo, fechado en 1504. No faltan en este apartado una pintura del Bautismo del Señor, veneras y crismeras.
Credo
La plasticidad de la fe se hace aún más evidente en este capítulo: ahora se repasan los artículos del Credo a partir de diez obras de autores como Juan de Mesa, o Fray Antonio de Villanueva. Pinturas, esculturas, un Misale romanum de 1741 e, incluso, una casulla y dos dalmáticas, de extraordinaria belleza, que en su iconografía representan a vírgenes, mártires, evangelistas…, la Iglesia y la Comunión de los santos.
Sacramentum fidei
La lógica de la exposición nos lleva a la celebración litúrgica, cuya máxima expresión la encontramos en el Sacramento de nuestra fe, es decir, en la Eucaristía. La exposición, toda una catequesis plástica, nos presenta joyas de la diócesis de Albacete vinculadas a la celebración del Misterio: desde un Sagrario con un Ecce Homo de la parroquia de Santiago Apóstol de Lietor, a custodias, cálices, copones o una Sacra Central -hoy en desuso debido a las reformas litúrgicas- del siglo XVIII.
Vita fidei
La profesión de la fe, aunada al Alimento que da la Vida, crea testigos: «En Él, muerto y resucitado por nuestra salvación, se iluminan plenamente los ejemplos de fe que han marcado los últimos dos mil años de nuestra historia de salvación» (Porta fidei 13). Con esa intención evangelizadora que permea toda la exposición, podemos contemplar a la que es dichosa por haber creído -una Inmaculada Concepción-; a los anunciadores del Evangelio –san Juan Evangelista–; a san Pedro, el testigo; a los que reconocen que ya no son ellos quienes viven en sí mismos como san Pablo, san Francisco, santa Clara o santa Isabel; mártires como san Lorenzo; o conversos a los que se les ha perdonado mucho, como santa María Magdalena.
Signum cristianorum
La exposición concluye mostrando una cruz procesional, una joya de 1574 procedente de la iglesia parroquial de la Asunción, de Jonquera. La cruz es el signo de los cristianos, de nuestra participación en los sufrimientos de Cristo y preludio de la alegría y la esperanza a la que conduce la fe. Signo de la victoria sobre el mal y sobre la muerte.