El viaje del Papa a Baréin y el papel de las religiones - Alfa y Omega

El Papa Francisco vuela este jueves, 3 de noviembre, a Baréin en su 39º viaje apostólico al extranjero y el cuarto de este 2022. Hasta este domingo mantendrá una intensa agenda que, además de incluir los habituales encuentros con autoridades y la comunidad católica, le llevará a hablar en el Foro de Baréin para el diálogo y a reunirse con el imán de Al Azhar, Ahmed al Tayyeb, y con miembros del Consejo Musulmán de Ancianos. Sobre la mesa pondrá de nuevo la importancia de respetar la libertad religiosa y la necesidad del diálogo interreligioso para construir la paz.

El pequeño país, un archipiélago de una treintena de islas, es una monarquía que, al contrario que otros estados del golfo Pérsico, permite la presencia de religiones distintas al islam. De hecho, según constató la semana pasada el administrador del Vicariato Apostólico del Norte de Arabia, Paul Hinder, ha dado a los cristianos «un espacio de libertad para expresar su fe». Y prueba de ello es la catedral de Nuestra Señora de Arabia, en Awali, dedicada en 2021 y donde el Sucesor de Pedro mantendrá un encuentro ecuménico. Las imágenes, a buen seguro, tendrán eco en la región y también en el propio país donde, a pesar de todo, hay importantes tensiones entre los musulmanes sunitas y chiitas.

En la estela del Documento sobre la fraternidad humana de Abu Dabi, durante estos días volverá a ponerse de manifiesto que «la fraternidad entre las religiones ha avanzado de forma decisiva», en una expresión usada por el Pontífice en la reciente clausura del XXXVI Encuentro Internacional de Diálogo y Oración por la Paz. La paz, como aseveró la semana pasada en Roma, está «en el corazón de las religiones, en sus Escrituras y en su mensaje». Los creyentes tenemos que seguir implorando a Dios y juntos debemos seguir trabajando por la reconciliación en un mundo herido, sin resignarnos nunca a la guerra.

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