El Vaticano estrechará lazos con Armenia abriendo una nunciatura en Ereván

El Vaticano tiene previsto estrechar su relación con Armenia en varios frentes, según ha informado el Gobierno armenio después del encuentro del lunes entre su presidente, Armén Sarkissian, y el Papa Francisco. El dirigente se reunió también con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. En esta cita, «Sarkissian dio la bienvenida a la decisión del Pontífice de establecer una nunciatura apostólica que se abrirá en Ereván pronto».

Hasta ahora, Armenia compartía embajador de la Santa Sede con Georgia, que es donde está la sede de ambas nunciaturas. La apertura en la capital armenia de una embajada residencial «demuestra el compromiso de ambas partes con el desarrollo de las relaciones» diplomáticas entre ambas, subrayó el líder armenio.

Otro ámbito de cooperación entre la Santa Sede y el país caucásico será el cultural, afirma Il Messagero. Durante su viaje al Vaticano, Sarkissian visitó el Pontificio Consejo de la Cultura. Allí se reunió con su presidente, el cardenal Gianfranco Ravasi. Ambos firmaron un protocolo de colaboración para desarrollar investigaciones conjuntas sobre cuestiones de interés histórico, de cara a la conservación del patrimonio.

En declaraciones a los periodistas, Sarkissian situó la firma de este acuerdo en el contexto de la destrucción del patrimonio cristiano en las regiones de Nagorno­-Karabaj que desde el conflicto de hace un año están controladas por Azerbaiyán. «Estamos alarmados por lo que está ocurriendo», subrayó el mandatario, con esta «importante herencia común que hay que tutelar».

«Cuestión de derechos humanos»

El presidente armenio, que fue el primer embajador de su país ante la Santa Sede tras la independencia lograda en 1992, aprovechó su visita para agradecer al Papa cómo «en tiempos de difíciles desafíos para Armenia, el Vaticano ha sido capaz de extender su mano en solidaridad». Citó como ejemplos los llamamientos del Santo Padre a la paz en la región, así como su petición de libertad para los prisioneros de guerra armenios.

También pidió al Pontífice que continúe este apoyo, pues el conflicto de Nagorno-Karabaj es «una cuestión de derechos humanos que pide que se satisfaga el derecho del pueblo armenio a vivir y construir su civilización en su antiguo territorio cristiano, reconociendo su derecho inalienable a la autodeterminación».

En busca de apoyos

Esta petición de ayuda se enmarca en los esfuerzos del Gobierno armenio por obtener apoyo regional e internacional capaz de contrarrestar el que Turquía, histórico enemigo, presta a Azerbaiyán. Al tiempo que Sarkissian visitaba Italia (desde el 5 de octubre) y el Vaticano, el primer ministro Nikol Pasinyian acordaba con el presidente ruso, Vladimir Putin, la implementación del acuerdo de alto el fuego alcanzado el 9 de noviembre.

Desde su entrada en vigor al día siguiente, ambas partes no han sido capaces de llevar a cabo la liberación de prisioneros, el desbloqueo del transporte o el regreso de refugiados bajo la tutela del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados. Putin y Pasinyian, que en junio revalidó su mandato en las elecciones armenias, también hablaron sobre el fortalecimiento de las relaciones políticas y económicas entre ambos países.

Al mismo tiempo, el 9 de octubre Pasinyian recibió en Ereván al primer ministro de Georgia, Iraklij Garibašvili. Según informan diversas fuentes y recoge AsiaNews, uno de los puntos del día era una posible mediación de este país entre Armenia y Turquía.