El Vaticano anuncia la apertura de la primera causa de beatificación en Burkina Faso - Alfa y Omega

El Vaticano anuncia la apertura de la primera causa de beatificación en Burkina Faso

El sacerdote Alexandre Toé falleció en Roma en 1996, con solo 29 años

Victoria Isabel Cardiel C.
Fieles rezan durante una peregrinación a Yagma, en las afueras de Uagadugú, Burkina Faso
Fieles rezan durante una peregrinación a Yagma, en las afueras de Uagadugú, Burkina Faso. Foto AFP / Olympia de Maismont.

El Vaticano ha anunciado la apertura de la investigación diocesana para la beatificación y canonización del sacerdote Alexandre Toé, religioso camilo fallecido en Roma en 1996, tan solo un año y medio después de su ordenación sacerdotal. El proceso de beatificación se ha iniciado en la diócesis de Roma siguiendo las normas de la Iglesia católica, que indican que estas causas deben iniciarse en la diócesis donde se produjo el fallecimiento. «La primera etapa de este proceso en la que se establece la reputación de su santidad ha quedado bien establecida. Nos encontramos, pues, en la segunda etapa de un proceso largo», ha asegurado el religioso Camilo Edgard François Yaméogo, en declaraciones al diario Le Faso, del país africano.

El sacerdote Alexandre Toe
El sacerdote Alexandre Toe. Foto: Camilliani.

Hijo de un maestro itinerante que recorría poblados remotos para llevar la educación a los niños de Burkina Faso, Toé nació el 2 de diciembre de 1967 en Boromo. Entró con 20 años en la comunidad del Escolasticado San Camilo de Uagadugú en 1987. Pero pocos años después enfermó del virus de la hepatitis E, la causa más común de la hepatitis aguda. Desde 2012 existe una vacuna para prevenirla, pero las dosis de inmunización escasean en Burkina Faso. La enfermedad avanzaba y se trasladó a Italia para continuar sus estudios y poder recibir tratamiento. Fue ordenado sacerdote el 1 de julio de 1995. «Soy irrevocablemente tuyo; te seguiré, caminaré hacia ti a pesar de los vientos y las mareas, con mis debilidades y mis miserias, porque eres Tú quien me ha llamado y me sigues esperando», escribió en su diario.

Solo 17 meses después de haber sido ordenado sacerdote, con 29 años, falleció en el hospital de las Hijas de San Camilo de Roma. «Su figura sacerdotal sigue siendo un recuerdo constante de la fidelidad al Evangelio, porque su ministerio estuvo animado por la fe íntegra, la caridad hacia Dios y el prójimo, el amor a la cruz y la esperanza en la gloria futura», destacó de él L’Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano.