El Vaticano ahonda sobre qué significa viajar - Alfa y Omega

El Vaticano ahonda sobre qué significa viajar

La Biblioteca Apostólica Vaticana interpreta el Jubileo 2025 con revistas de moda, música o la vuelta al mundo de dos reporteros

Javier Martínez-Brocal
Obra de Kristjana S. Williams inspirada en el Fondo Poma
Obra de Kristjana S. Williams inspirada en el Fondo Poma. Foto: Biblioteca Apostólica Vaticana.

Desde hace cuatro años, la Biblioteca Apostólica Vaticana expone obras de valor simbólico que custodia en sus fondos, pequeños tesoros que reflejan historias del pasado y que ayudan a reflexionar sobre el presente. Recientemente acaba de presentar En Route, un recorrido apasionante sobre viajes para interrogarse sobre el Jubileo 2025. El visitante comienza con una rara edición de La vuelta al mundo en 80 días que Julio Verne escribió en 1872 y termina con unas palabras que Simone de Beauvoir publicó en Vogue en 1947. En este tipo de muestras, piden a artistas ajenos a la Iglesia que interpreten piezas insólitas de la colección vaticana. Pensando en el viaje de millones de peregrinos a Roma en este año santo, han solicitado a Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Christian Dior, al cantautor italiano Lorenzo Jovanotti y a la ilustradora islandese Kristjana S. Williams, diseñadora de frascos de perfume, que hablen de los efectos de hacer las maletas y ver nuevos lugares y rostros.

Williams se ha inspirado en una publicación de finales del siglo XIX escrita en al menos dos idiomas que tuvo una vida corta, pues solo editó 14 números, pero que fue un éxito mundial. El Vaticano conserva cinco de ellos, que proceden de una colección de periódicos exóticos del lingüista y diplomático italiano Cesare Poma (1862-1932). «En 1894, dos reporteros ingleses llegaron a París durante una vuelta al mundo sin dinero. Dijeron que se costeaban el viaje lavando platos en restaurantes o cargando maletas en cada ciudad que visitaban. Al escucharlos, los periodistas franceses Lucien Leroy y Henri Papillaud decidieron lanzarse a la misma aventura, pero sin pasar sus penurias», explica a Alfa y Omega el comisario de la exposición, el sacerdote Giacomo Cardinale.

Para financiarse, Leroy y Papillaud lanzaron el periódico de viajes En Route, que se costeaba con suscripciones y publicidad. Así, mientras los británicos tuvieron que abandonar su aventura a causa de una gripe, los parisinos triunfaron. Hicieron el primer número en Niza y el segundo en Milán. Del tercero, imprimido en Roma, lanzaron 4.000 ejemplares. Los siguientes llegaron desde Atenas, Constantinopla, Bombay, Alejandría, Hanoi, Pekín, Yokohama, San Francisco y México.

Vista general de una de las salas de la muestra
Vista general de una de las salas de la muestra. Foto: Biblioteca Apostólica Vaticana.

Más que contar sus hazañas, Kristjana S. Williams refleja el espíritu de sus aventuras: representa monumentos universales llenos color junto a animales exóticos, objetos locales y medios de transporte de finales del siglo XIX escondidos entre mapas. «De niña era disléxica. Tardo un poco más en leer, pero transmito las ideas con imágenes», explicó Williams durante la presentación de la muestra.

El cantante Lorenzo Jovanotti prefiere hablar de viajes con una instalación pop en la que se escuchan versiones de su música acompañadas por dibujos, libros, instrumentos y apuntes de los lugares que ha visitado y que le han inspirado. «No es una casualidad eso de que “todos los caminos llevan a Roma”. Yo pienso también que “todos los caminos empiezan en Roma”», asegura.

Maria Grazia Chiuri ha utilizado una colección de revistas de moda de 1870, La mode illustrée. «Esta revista habla de actividades que entonces eran responsabilidad de la mujer: cuidado de los niños, del cabello, de la ropa, buenos modales, lectura, jardín…», detalla el comisario de la exposición. «Este modelo se rompe cuando las mujeres comienzan a viajar por su cuenta, pues los largos trayectos tienen consecuencias en el modo de vestirse», añade. Cuenta la historia de Annie Londonderry, la primera mujer que dio la vuelta al mundo en bicicleta. Según Cardinale, partió desde Boston «vestida con falda larga negra, chaqueta con mangas, blusa ajustada y pajarita. Pero pronto tuvo que ponerse unos bombachos y luego unos shorts. Aunque los periódicos la insultaban y la llamaban “degenerada” por su apariencia, no se rindió y finalizó su viaje».

Como es costumbre en el país, una mujer ofreció al Papa yogur seco a su llegada al aeropuerto Gengis Kan, el 1 de septiembre
Como es costumbre en el país, una mujer ofreció al Papa yogur seco a su llegada al aeropuerto Gengis Kan, el 1 de septiembre. Foto: Biblioteca Apostólica Vaticana.

Para expresar el cambio, la directora creativa de Dior ha diseñado enormes tapices que son «mapas de los países que visitó y de los trajes que llevaba. Se sobreponen con patrones de costura, tejidos y bordados», explica Chiuri.

De ella es la idea de cerrar la muestra con la frase: «La feminidad es una trampa» que Simone de Beauvoir escribió en Vogue en 1947. «Se refiere a preguntarse qué sentido doy a mis palabras sobre las mujeres», explica Giacomo Cardinale. «Dice por ejemplo que cuando se dice que una mujer es “intuitiva” o “fascinante” en el fondo es un discurso autorreferencial para el hombre, que mira con cierto desprecio. Su propuesta no es dejar de utilizar estas palabras, sino emplearlas con atención y con su auténtico sentido», asegura. Palabras, autores y diálogo son el corazón del trabajo de una biblioteca. También de la biblioteca del Papa.